granmonarca escribió:tunet escribió:encima la chola altiplánica compara los caracoles con comer ratas , gatos y perros.. es que no es mas tonta y mas ignorante porque no nacio antes
tedria que ver como chupan los caracoles sus paisanos (los cholos y sudakas que hay por aquí )cuando los prueban
.. si les gustan mas a ellos que a nosotros
por cierto , las dos mejores cocinas del mundo (la francesa y la española) tienen caracoles en los menus de los restaurantes mas caros del mundo, porque será??
Para ellos comer ratas y mascotas es muy sano, y mlenos asqueroso comer caracoles...
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Es que tienen de inteligentes lo que tienen de tamaño...
Creo que esto se come en muchos lugares...
Y por lo visto,
los caracoles tambien se comen en el Perru :
http://elcomercio.pe/gastronomia/intern ... cia-643681Pee...
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GRACIAS POR COLOCAR EL LINK...
PORQUE POR NO LEERLO, RESULTA QUE HABLABA DE SU GASTRONOMÍA DE USTEDES...
En estos tiempos de globalización de la cultura, en los que de alguna manera se impone una determinada y concreta forma de vivir, una escala de valores más o menos universal, siguen existiendo, afortunadamente, cosas en las que es muy difícil poner a todo el mundo de acuerdo. En un capítulo tan importante de la cultura como es la gastronomía, esto sigue sucediendo… aunque parezca que no.
En todo el planeta se ha impuesto, por ejemplo, la forma de preparar los pescados propia de la cocina japonesa: en su más absoluta crudeza, jugando con el corte y con un brevísimo aliño. Para mucha gente en Occidente, la idea de comer pescado crudo era sencillamente inimaginable; hoy los sushis y los sashimis se conocen y consumen en todas partes.
No ocurre lo mismo con un molusco muy apreciado en la mejor cocina del mundo: el caracol. A mucha gente, en muchos lugares del mundo, incluida Europa occidental y el Mediterráneo, la posibilidad de ingerir uno de estos animalitos le hace sentir arcadas. Sin embargo,
los caracoles a la borgoñona son un famosísimo plato de la cocina francesa, apreciado y cotizado.Tal vez el caracol permanezca en el subconsciente colectivo como un recuerdo de cuando éramos débiles, primero, y pobres, después. El caracol, que no es un animal que se caracterice por su velocidad, fue presa fácil de nuestros primeros antecesores, que los comían con fruición: es más fácil atrapar un caracol, o cientos de ellos, que una liebre.
En cuanto a la pobreza, hubo un tiempo en el que bastaba con ir al campo, cuando escampaba, y recoger gratis una abundante cosecha.NO ES TAN SIMPLE
Los expertos afirman que es preciso tenerlos tres semanas sometidos a un ayuno total, en un lugar del que no puedan huir. Cuando los pobres caracoles no recuerdan cuándo fue la última vez que comieron, es preciso “purgarlos” para eliminar la baba que, por muchas cualidades que se le hayan descubierto en el campo de la cosmética, no es comestible.
Lo más seguro es lavarlos una y otra vez en abundante agua fría hasta que esta salga limpia. Hay quienes utilizan sal para este menester, pero los que saben más de esto aducen que la purga con sal afecta a la calidad del caracol a la hora de guisarlo.
RECETAS Y ESTILOS
En España se toman caracoles en Madrid, en los aledaños del Rastro, con una salsita picante que está muy rica (no son pocos quienes piden solo la salsa, sin los caracoles).
Los catalanes son especialistas en caracoles y organizan verdaderos festejos en torno a ellos. En la paella valenciana auténtica son un ingrediente fundamental, que comunica un aroma de romero, de serranía,
muy agradable.En la Rioja española, y en Navarra, se guisan con conejo, con cordero… Les paso una receta de esa tierra. Después de haber “limpiado” los caracoles, pónganlos a cocer en una olla cubiertos con agua fría. Empiecen a temperatura moderada y vayan aumentando la intensidad del fuego hasta que los caracoles se decidan a abandonar su envoltorio. Entonces, háganlos ocho minutos a fuego fuerte. Después, escúrralos bien, eliminando, de paso, los que no hayan salido de su vivienda.
Vuelta a la olla, con agua fría, y fuego moderado durante hora y media. Ya cocidos, escúrranlos nuevamente muy bien.
Rehoguen cebolla picada y ajos cortados en láminas en una cazuela, con aceite caliente. Cuando tomen un color que insinúe el dorado, añadan chorizo, tocino y jamón en pequeños trozos; 150 gramos de cada uno por cada dos kilos de caracoles. Incorporen a la cazuela, además, una guindilla seca.
Unan a lo anterior los caracoles, remuevan bien todo y añadan como un litro de salsa de tomate casera, sin sal. Dejen cocer como media hora más, prueben el punto de sal, rectifíquenlo si fuere necesario… y ya....AUTOGOOL...
TODO EL INFORME ERA EN TORNO A LOS CARACOLES Y BABOSAS MANOLAS Y GABACHAS...
LEE BIEN PARA LA PRÓXIMA...
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