Reino Unido, cada vez más vulnerable
Reino Unid13.03.2013 Richard Barley
La economía británica parece estar estancada en una especie de inmovilismo. A pesar de su enorme déficit presupuestario, una depreciación de la libra esterlina del 25%, unos tipos de interés reales negativos y un programa de relajación cuantitativa de 375.000 millones de libras, la economía no está creciendo ni tampoco aumentando las exportaciones.
Los poco halagüeños datos comerciales y de producción industrial publicados el martes no hacen más que confirmar estas desafortunadas perspectivas. El mercado comienza a ser consciente de que los problemas de Reino Unido son más graves de lo que cabía esperar y de que no tienen fácil solución.
Las últimas cifras han hecho aumentar los temores de otra posible recesión. La producción industrial producción cayó un 1,2% en enero, un dato mucho peor que el pronosticado por los economistas, que apuntaban a un 0,1%. Eso sitúa al índice de producción industrial en los niveles de mayo de 1992, según Capital Economics.
La fabricación descendió un 1,5% ese mes, una cifra igualmente preocupante. Desde entonces, el índice de gestoras de compra de Markit de febrero apunta a una caída de pedidos tanto en Reino Unido como en el extranjero. Aunque el déficit comercial descendió hasta 2.400 millones de libras, la cifra quedó anulada por la fuerte oscilación del déficit del petróleo.
Las exportaciones de productos que excluyen el petróleo cayeron un 5,4% en enero, según RBS. Además, los precios de las importaciones aumentaron un 1,4% durante ese mes, una tendencia que la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS, por sus siglas en inglés), atribuye a la caída de la libra. Las consecuencias de una devaluación de la moneda podrían notarse antes que cualquier otro cambio que experimente la economía.
El problema es que la inflación se ha mantenido por encima del crecimiento de los salarios desde 2008, según señala la ONS: los salarios reales caen de forma constante. Esto reduce el poder adquisitivo, lastrando la demanda y evitando que los hogares paguen su deuda, lo que debilita aún más la confianza e inhibe la demanda. Pero no hay una vía fácil para que los políticos aborden este problema. Un aumento del gasto gubernamental o recortes fiscales no financiados aumentarían la preocupación en torno a las finanzas públicas; los esfuerzos por aumentar el crédito parecen inútiles teniendo en cuenta las altas deudas acumuladas.
El mercado cree que el BoE comprará más bonos, lo que implica que es probable que la libra se devalúe y que los bonos del Estado repunten. El martes, la libra marcó 1,4832 dólares, su valor más bajo frente a la moneda estadounidense desde junio de 2010, mientras los rendimientos de la deuda a 10 años cayeron al 1,95%. Pero existe el riesgo de que nuevas rondas de QE puedan resultar contraproducentes, distorsionando el mercado de bonos gubernamentales, importando inflación y encendiendo la luz de alarma a los inversores extranjeros. Cuanto más tiempo permanezca estancado Reino Unido, más vulnerable parece a una crisis de confianza.
Lea el artículo original publicado en The Wall Street Journal U.K. Faces Growing Vulnerability
http://www.expansion.com/2013/03/12/opi ... 25663.html