Jaime Bayly desató la ira de los chilenos
En su último libro, el escritor peruano Jaime Bayly trata a los chilenos de "falsos, fariseos e hipócritas" y "tan tramposos como los argentinos". Estos calificativos derivaron en una rápida reacción del pueblo trasandino que repudió los dichos del periodista en las redes sociales, pese a que el fragmento de la novela se conoce desde enero pasado.
Aunque sus palabras fueron publicadas el 3 de enero en el diario Perú 21, como un extracto de su próxima novela "Morirá mañana 2. El misterio de Alam Rossi", recién en las últimas horas tuvo repercusión en Chile, según lo destaca el diario ecuatoriano El Comercio.
Por caso, Twitter explotó y el apellido del escritor llegó a ser trending topic global en el microblogging. La discusión no sólo fue comentada por chilenos y peruanos, sino también por los usuarios del resto de los países de Latinoamérica.
El portal El Mostrador publicó algunos párrafos del nuevo libro de Bayly. Aquí, reproducimos algunos fragmentos.
"Pero los chilenos me caen mal, esto está claro ahora y no estaba claro antes, cuando solía venir a menudo a Santiago, a Viña, a Cachagua, a Valparaíso, a Zapallar, a presentar mis libros y dar conferencias sosas. Me caen mal porque son falsos, hipócritas, fariseos, taimados. Me caen mal porque simulan ser conservadores cuando son libertinos. Me caen mal porque fingen ser honrados cuando son tan tramposos como los argentinos (sólo que más discretamente)", dice parte de la obra.
Y agrega: "Son trepadores, arribistas, y lo peor es que han trepado y ya se sienten más arriba que los demás y te miran para abajo. Y si bien han sabido hacer dinero y sobre todo ahorrarlo, esconden dos defectos que me resultan particularmente despreciables: son avaros, tacaños, miserables, son roñosos, son trémulos y cobardes para gastar, guardan la plata por falta de audacia, por pusilánimes, porque piensan en su jubilación, no en darse la gran vida, como los argentinos, que no ahorran un carajo pero se divierten mucho más. Y luego me irrita que los chilenos miren ahora para abajo a sus vecinos sólo por esa sensación de bonanza que los embarga cuando antes debieran mirarse al espejo".
"Perdón por la franqueza, pero si elijo a un chileno al azar, es feo, es un guiñapo, es un enano contrahecho, es sujeto de facciones como cuchillos afilados, es feo como una patada en los testículos. Y a pesar de eso, se sienten lindos, se sienten regios, se sienten estupendos, se sienten Primer Mundo. Primer Mundo, los cojones".
"En conclusión, los chilenos me caen como el c u l o pero me gustaría darle por el c u l o a una chilena y hacerla mi rota culiá, piensa Garcés, y toma una copa de champagne, y piensa a cuál de sus amigas chilenas debería llamar para invitarla a cenar y tratar de llevársela a la cama. El problema es que todas están casadas, se detiene a pensar. Aunque esto, bien mirado, puede no ser un problema en modo alguno, porque si hay una tribu llena de cornudos es la chilena: hay que ver lo papanatas que son los chilenos para dejarse engañar por sus mujeres, hay que ver lo astutas y mitómanas y putitas que son las ricas chilenas casadas para buscar un buen pedazo de verga fuera de casa, habrá que ir llamando a mis amigas chilenas a ver cuál me presta un rato su culito, piensa Garcés. Chilenos del orto: ¿todo el puto día tienen que estar bailando tonadillas afiebradas brasileras en televisión? Tengo que salir a caminar, piensa Garcés, y seca la copa de champagne y apaga el televisor, harto de esa chusma de putas y maricas y animadores vocingleros y concursos de bailes simiescos. Y después dicen que son alemanes o ingleses estos hue-vo-nes".
http://www.losandes.com.ar/notas/2011/2 ... 552840.asp