Primero llegaron por la Guerra Civil; la crisis económica que vive su país convirtió al DF, otra vez, en opción. De acuerdo a cifras de la Embajada de España en México, hasta diciembre de 2013 había 110 mil de sus connacionales aquí.
Diversos historiadores coinciden en que el primer exilio español hacia México se realizó en 1939, con motivo de la Guerra Civil que vivía el país europeo.
El periodista Luis Diez Álvarez relata en su libro El Exilio Periodístico Español que 4 mil 664 personas llegaron en una primera ola.
Los refugiados viajaron en tres buques, Sinaia, Ipanema y Mexique; la travesía duraría 20 días y se haría una escala en Madeira, Portugal, y San Juan de Puerto Rico para abastecerse de agua.
De acuerdo a las investigaciones de Luis Diez, los buques desembarcaron en el malecón de Veracruz. Miles de mexicanos acudieron a recibirles, incluso el entonces gobernador del estado, Fernando Casas Alemán, y el secretario de Gobernación, Ignacio García Téllez.
Conforme a las crónicas periodísticas de aquella época, el deseo de los refugiados españoles era colaborar con los habitantes del país, y no causar problemas.
“El espíritu que animaba a los refugiados era el de ‘ser útiles y llevar a México la tradición liberar, los valores éticos, la superioridad moral republicana, la juventud, el trabajo y la ética’”, se lee en la obra.
Según el libro Así Terminó La Guerra En España de Angel Bahamonde, la mayoría de los exiliados optaron por quedarse en México. En 1942, el consulado general de México censó a 13 mil 400.
Con el paso de los años, dicha cifra se ha multiplicado aproximadamente ocho veces. De los 110 mil españoles que habitan en México, aproximadamente 45 mil son dobles nacionales que en su mayor parte nacieron en nuestro país; asimismo, 40 mil personas se convirtieron recientemente en españoles como consecuencia de la aplicación de la Disposición Adicional Séptima de la Ley de Memoria Histórica, los restantes 25 mil serían expatriados, de acuerdo con una solicitud de información que EL UNIVERSAL hizo a la embajada de España en México.
La nueva ola
A partir de la crisis económica de 2008, el país perteneciente a la Península Ibérica registró diversas caídas en su Producto Interno Bruto (PIB). En octubre de 2013, el Banco de España informó que la recesión había terminado, ya que tras nueve meses consecutivos de caídas, se había reportado un crecimiento del 0.1% en el PIB.
En cuanto al empleo, el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, aseguró, en enero pasado, que este año se prevé la creación neta de empleo en el país europeo, aunque no precisó los datos de crecimiento.
De acuerdo con Javier e Iván, quienes viven en la capital, la comunidad española tiene preferencia por las colonias Condesa, Roma y Polanco.
“La mayoría de españoles que yo conozco viven en La Condesa. Los españoles que tienen negocios, despachos de abogados u oficios más tradicionales, menos de tecnología, prefieren Polanco”, aseguró Iván Palomera.
Javier afirma que desde que vive en México tiene contacto directo con residentes españoles, los cuales habitan en departamentos City Towers en Polanco.
No obstante, ambos afirman que la ciudad de México es un lugar tranquilo para vivir. Para ellos, el Distrito Federal representa un lugar diferente. “En España vives dentro de un confort pero con pocas aventuras. En México nunca sabes qué va a pasar. Además en España se da mucho el uso de Skype (aplicación para realizar videollamadas), México se presta para el contacto directo. Es más divertido”.
Historia."Mi abuelo decía que aquí era tierra de oportunidades"
“Mi abuelo falleció hace tres años. Nos contaba que la situación en España era muy difícil. Su madre, o sea mi bisabuela Obdulia, constantemente los llevaba a hacer su primera comunión porque en las iglesias les daban de desayunar a los niños”, cuenta Ana Lorena Ruiz, de 26 años.
Relata que su abuelo tuvo una infancia complicada debido a que, constantemente, estuvo expuesto a ver muerte y pobreza; entonces finalizó la Guerra Civil. Once años después, y debido a la falta de oportunidades en España, Adolfo González Meléndez decidió aceptar la propuesta de un familiar para trabajar en una empresa de telas en Puebla, México. “Ahí conoció a mi abuela, se casaron. Posteriormente se fueron a vivir a Chiapas. Puso una tienda de aluminio y vidriería con su amigo español. Tiempo después fundó una zapatería con sus hijos. Eso les dio la posibilidad de adquirir una casa, y con ello mucha estabilidad”, explica.
Ana Ruiz asegura que su abuelo relataba que la comunidad española había encontrado en México un territorio de muchas oportunidades, y sobre todo, el apoyo de sus compatriotas. “(Los que estaban aquí) les ayudaban y enseñaban a hacer el trabajo. Entonces siempre vieron una opción de desarrollo y crecimiento”, dice.
Cifras actuales
De acuerdo a una solicitud de información que EL UNIVERSAL realizó a la Embajada de España en México, 40 mil personas se convirtieron recientemente en españoles como consecuencia de la aplicación de la Disposición Adicional séptima de la Ley de Memoria Histórica española.
Ana Ruiz pertenece a esa estadística. Aseguró que ella, y sus ochos primos obtuvieron la nacionalidad producto de esas disposiciones: “Tuvimos que llevar nuestras actas de nacimiento y la carta de migración de nuestro abuelo; entonces obtuvimos la nacionalidad española y el pasaporte”.
Historia. "Yo salí de España con la idea de no volver"
Así como algunos mexicanos han decidido migrar a otros países en busca de mejores oportunidades de desarrollo, cientos de españoles han encontrado en nuestro país una oportunidad de crecimiento.
Javier Ruiz e Iván Palomera, dos españoles que viven en la colonia Del Valle y Condesa, respectivamente, aseguran, que si bien no huyeron de España por la crisis económica, los dos coinciden en no volver a su país de origen ya que sus trabajos prosperan en el mercado mexicano, y por consiguiente, su calidad de vida es mejor.
“Yo trabajé en España por 300 euros (5 mil 306.67 pesos mexicanos al mes), eso no te da ni para pagar el piso”, dice Javier Ruiz.
Se considera afortunado pues la empresa española en la que labora y que se dedica a la venta de baterías industriales, abrió mercado en América Latina justo antes de la crisis económica.
Como becario gana mil 500 euros al mes (26 mil 527.16 pesos mexicanos aproximadamente), su sueldo le alcanza para compartir la renta de un departamento en la zona de Nápoles con una chica, ambos pagan 6 mil pesos mensuales con todos los servicios incluidos. “Yo salí de España con la idea de no volver”, afirma Javier.
Iván Palomera, un joven español que dedica su trabajo al marketing por internet, asegura que el ambiente económico que actualmente se vive en España es complicado. Por ello, decidió llevar su empresa, Smart Up, al mercado latinoamericano.
Él lo resume así: “Si eres jugador de futbol y te consideras bueno, te gustaría estar en la liga española, italiana. Si eres una empresa de marketing digital y te consideras buena, tu mejor mercado es México. Nosotros hemos venido a jugar a la mejor liga del mundo. Y nos va bien. Tenemos clientes relevantes, estamos consiguiendo cierta repercusión en el mercado y somos competitivos”, afirma.
Historia. Solidarios, abrieron nuevos caminos
El territorio mexicano alberga a diversas comunidades extranjeras, una de ellas es la española que, de acuerdo a cifras de la Embajada de España en México, hasta el 31 de diciembre de 2013, sumaban 110 mil personas en el país, los cuales se concentran, principalmente, en los estados que conforman el área metropolitana del Valle de México: Querétaro, Morelos, Puebla, Hidalgo, Estado de México y el Distrito Federal.
De acuerdo a una de las investigaciones de la historiadora argentina Clara Eugenia Lida, la primera oleada de españoles a México se registró después de la Guerra Civil, en 1939, cuando el gobierno del presidente Lázaro Cárdenas aplicó una política migratoria que permitiera la selección, ingreso y la inserción de esta comunidad a México.
A diferencia de los inmigrantes tradicionales, los exiliados españoles llegaban en familias, predominantemente casados y en edad adulta.
Destacaban hombres y mujeres que se integraron al mundo industrial y de los servicios, así como aquellos que se dedicaban a las actividades educacionales, intelectuales y artísticas.
La comunidad española en el Distrito Federal se ha caracterizado por ser solidaria con sus compatriotas inmigrantes.
De acuerdo a Paula Pem, una joven periodista española que radica en la ciudad de México desde hace tres años, la comunidad posee una cuenta en Facebook para apoyar a quienes tienen intención de vivir aquí.
Hecho que lo confirma Javier Ruiz, quien aseguró que la cuenta en esa red social es privada y posee aproximadamente 250 usuarios.
A través del perfil se informa sobre cómo buscar y/o alquilar departamentos “compra venta de material de segunda mano, por dónde moverse, incluso dónde será la fiesta. De todo un poco”, explicó Javier.
Lugares mexico-españoles
A pesar de que el Distrito Federal posee una amplio número de restaurantes ibéricos, Javier Ruiz dijo que, aunque se pueden encontrar diversos productos de su país en lugares como el Casino Español, normalmente no los frecuentan por ser sitios caros: “No tenemos tanto poder adquisitivo como parece, entonces preferimos gastar nuestro dinero en otras cosas”.
Javier asegura que la comida mexicana “es muy buena”, entonces la comunidad no gasta en restaurantes de corte español como el Centro Castellano, ubicado en el Centro Histórico.
“Puedes acostumbrarte a la dieta local y prescindir de los productos españoles, evidentemente lo echas de menos, pero encontrarte aquí un chorizo que cuesta casi 10 euros cuando en España lo encuentras en dos euros, hasta ofende”.
Javier afirma que en la ciudad se repite la tradición de festejar los campeonatos del equipo Real Madrid en la fuente de La Cibeles: “cuando ganó la Champions nos fuimos a festejar a la Cibeles, ya es casi una tradición”.
