Exactamente 51.395 “refugiados” han entrado en el país germano en tan solo las dos primeras semanas del año año 2016. Una media de 3.600 al día.
Esta es la cifra oficial, lo que hace que la cifra total, teniendo en cuenta a aquellos cuya entrada no se ha contabilizado, se dispare hasta límites que no se pueden conocer.
Esta inmigración masiva y descontrolada está poniendo en tela de juicio la actuación de la ncolación de gobierno liderada por Angela Merkel , ya que según los últimos sondeos la mayoría de alemanes están en contra de las políticas gubernamentales, incluso hay voces dentro del propio partido de Merkel que empiezan a ser discordantes con la postura oficial.
El primer ministro del estado federal de la Baja Sajonia, el socialdemócrata Stephan Weil ha demandado un cambio de política. Y no es el único político aleman que se ha expresado en contra de cómo se están haciendo las cosas hasta ahora, no obtante, el único motivo que les ha expresado ha pronunciarse en tal dirección ha sido el rápido descenso de apoyo públicon así como el gran auge de fuerzas políticas radicalmente contrarias a la inmigración.
