Paulet inventó el motor-cohete de combustible líquido a fines del siglo XIX, cuando estudiaba en el Instituto de Química Aplicada de la Universidad de París (La Sorbona).
En 1902, diseñó un avión-cohete, al que llamó Avión Torpedo, el primer antecedente de los jets que romperían la barrera del sonido en 1947. Este avión tenía un ala delta pivotante: con la punta hacia arriba, despegaba o aterrizaba verticalmente. Con la punta de manera horizontal, viajaba horizontalmente. En cuanto al despegue vertical, se adelantó 50 años.
Se adelantó incluso a los aeroplanos, cuyo invento por los Hermanos Wright data de 1903.
De regreso al Perú, en 1905, intentó sin éxito fabricarla mientras dirigía la Escuela de Artes y Oficios. Estaba demasiado adelantado. Los aeroplanos, que tendrían un papel estelar en la Primera Guerra Mundial, se impusieron.
Lamentablemente, no pudo construir su Avión Torpedo. Pero el alemán Wernher von Braun, de la Sociedad Astronáutica Alemana, empleó el motor de Paulet en los misiles V2 durante la Segunda Guerra Mundial y en 1969, con los mismos principios, puso al Hombre en la Luna en la nave Saturno V, parte del Programa Apolo.
Es importante decir que el motor inventado por Paulet sigue vigente, pues se trata de un motor pulso detonante, e incluso la NASA proyecta este tipo de motores para los viajes a Marte.