Agricultores argentinos se manifestaron este viernes a las puertas de una planta de la multinacional estadounidense Cargill para denunciar la concentración en el mercado doméstico de trigo, en el marco de una huelga de comercialización de granos que finalizará este domingo.
La protesta se realizó a las afueras de la ciudad de Rosario, en el centro del país, desde donde Cargill y otras grandes empresas del sector exportan el grueso de la producción granaria de Argentina, uno de los mayores productores mundiales de alimentos.
La manifestación fue protagonizada por integrantes de la Federación Agraria Argentina (FAA), que reúne a pequeños y medianos productores y es una de las cuatro grandes entidades rurales del país que desde el pasado lunes llevan adelante un cese de comercialización de granos en rechazo contra las intervenciones del Gobierno en el mercado triguero.
Según argumentan las patronales, las políticas oficiales hacia el sector puestas en marcha hace seis años han eliminado la competencia entre molineros y exportadores para hacerse de trigo y ahora ambos jugadores acuerdan precios por el grano muy inferiores a los internacionales.
"Cargill es el símbolo de quienes se benefician con la política triguera del Gobierno", aseguró el presidente de la FAA, Eduardo Buzzi, a la radio Continental de Buenos Aires.
Además, afirman que, como consecuencia del complejo esquema de cupos de comercialización y subsidios impuesto por el Gobierno de Cristina Fernández, se ha producido una notable concentración de las empresas que negocian el trigo argentino al exterior.
Según datos de las Confederaciones Rurales Argentinas, hace cuatro años había cuarenta firmas exportadoras de trigo que actualmente se han reducido a diez, de las cuales siete concentran el 90 por ciento de las operaciones.
De acuerdo a datos de consultoras privadas, las mayores exportadoras de trigo de Argentina son ADM, la Asociación de Cooperativas Argentinas, Nidera, Bunge, Cargill, Oleaginosa Moreno, Toepfer y Dreyfus.
El acto frente a Cargill, adonde los productores acudieron con sus tractores, fue la última de las acciones gremiales convocadas por las patronales rurales en esta semana de huelga comercial, la novena que realizan contra el Gobierno de Fernández, que mantiene una puja con el campo desde 2008 cuando intentó en vano imponer un esquema móvil de impuestos a la exportación de granos.