Francia es uno de los países que más está sufriendo la islamización en Europa. El país galo ha recibido más de 20.000 inmigrantes en el último año.
Esto ha provocado que en el último año, las ‘no go zones’, barrios en los que solamente se permite la entrada a musulmanes, hayan aumentado a un ritmo alarmante. Muchas asociaciones están denunciando cómo muchos ciudadanos que no son musulmanes están viéndose obligados a abandonar sus hogares por el acoso al que están siendo sometidos.
A la entrada de estas zonas, los propios musulmanes pegan carteles que dicen: “Usted está entrando en una zona controlada por la Sharia: reglas islámicas obligatorias”.
Primer ministro danés: “Las ‘no go zones’ son sociedades paralelas de musulmanes radicales. Debemos luchar contra ellas”
“Hay que ser realistas con la situación”, ha dicho Rasmussen. “Hay áreas con diferentes reglas, donde bandas musulmanas controlan todo y la policía no puede trabajar. No puedo dejar que eso ocurra”, añade con contundencia.
Un informe del gobierno sueco que recoge el diario Sharq al-Awsat, concluye que el número de áreas denominadas "zonas de alta peligrosidad" por la aplicación de la sharia abiertamente en Estocolmo, creció a 62 en el primer semestre de 2017 sobre las 55 censadas en diciembre de 2016. El aumento no solo incluye el número en cantidad, sino también el tamaño geográfico de dichas áreas.
Dan Eliasson, comisionado de la Policía Nacional de Suecia, habló esta semana en la televisión nacional y pidió colaboración: "Ayúdennos", dijo, advirtiendo que las fuerzas policiales del país ya no pueden ingresar en dichas áreas para sostener la ley, y por lo tanto, considera pedir apoyo a todos los poderes del Estado.