por Zululu » 20 Ene 2019, 18:48
Yo continuo dando la batalla...
Falacias del negacionismo racial
Falacia de trivialización
"Las diferencias físicas y genéticas en las poblaciones humanas son lo suficientemente insignificantes como para clasificarlas como diferencias raciales." El pequeño porcentaje de variación genética que existe entre el chimpancé y el ser humano es incluso insuficiente para tomar en cuenta las diferencias físicas entre estas dos especies.
Eso es porque la manera en que los genes se expresan es más importante que la propia cantidad de diferencia genética. Hay una muy significativa diferencia en la expresión de los patrones genéticos del hombre y del chimpancé, no en los genes en sí.
Las pequeñas alteraciones en un único gen, como FOXP2, son probablemente la razón principal de que los humanos sean capaces de hablar y los simios no. Cambios pequeños tienen enormes consecuencias.
Si menos del 2% de diferencia entre el genoma humano y el chimpancé pueden producir extraordinarias diferencias físicas y mentales, del mismo modo pequeñas variaciones entre las razas tienen importantes resultados.
Un caso muy conocido de falacia de trivialización es el de la falacia de Lewontin, hace tiempo refutada, pero aún presente en la argumentación marxista cultural.
Falacia de los genes diferentes
"La raza no tiene una base genética pues no hay un gen o conjunto de genes exclusivo para un grupo racial."
La idea de que una raza debe poseer genes específicos y que deben encontrarse exclusivamente en esa raza y nunca en otra raza, es una idea equivocada que refleja la ignorancia sobre el tema.
Las diferencias raciales son resultado de patrones de diferencias en frecuencias genéticas y diferencias en el funcionamiento de los genes.
Por ejemplo no existe un gen para la piel clara y otro para la piel oscura, uno de los genes que determinan el color de la piel (el gen SLC24A5) es el mismo en todas las razas, lo que varía en cada una es su manera de funcionar, haciendo mayor la producción de melanina para razas de piel oscura y menor para razas de piel clara.
Falacia del ancestro común
"Todos los seres humanos compartimos un ancestro común que procede de África, por lo tanto, todos somos iguales y las razas no existen"
De hecho, todos los seres humanos descendemos del mismo primate originario, cosa que no nos hace iguales a los chimpancés, orangutanes, gorilas, etc. En realidad, todos los seres vivos compartimos un ancestro común que se remonta a un organismo unicelular, y eso no significa que todos los seres vivos sean iguales y que las especies no existan. Aún admitiendo la tesis, en discusión, de que la especie humana tuvo un origen sincrónico y común en África (hipótesis monogénica), y de que se parte en principio de individuos similares, no se puede omitir la importancia de los factores que generan nuevas razas o subespecies dentro de una especie como lo son las mutaciones, la selección natural y la endogamia dentro de grupos física y genéticamente aislados.
El surgimiento de subespecies o razas es el primer paso para dar origen a nuevas especies, proceso que se conoce como especiación y que se interrumpe mediante la mezcla genética entre subespecies.
Una raza es un grupo genético real pero difuso, y este hecho es fuente de error de muchos inadvertidos. Es decir, en virtud de un origen común, y de la existencia de fronteras moderadamente permeables entre los distintos grupos raciales (capacidad reproductiva interracial), la manifestación del hecho racial no ocurre necesariamente como exclusión, es decir, como presencia o no de determinados alelos en cada grupo racial, sino como frecuencia o tendencia (si bien es notorio el hecho de que determinados alelos siempre están excluidos para determinados grupos raciales).
Cada raza tiene una tendencia central, genotípica y fenotípica, alrededor de la cual oscilan los miembros de la raza. Esa tendencia es distinta a la de otros grupos raciales aunque permita cierta convergencia individual en alguna o algunas características entre elementos situados en estándares extremos respecto de su propia tendencia central. Este hecho último no representa ningún argumento en contra de la existencia de las razas ni ningún descubrimiento reciente que la biología no conozca desde hace mucho: se enmarca bajo el concepto de clina. No hablamos por tanto de categorías exactas ni discretas, pero sí tendenciales y consistentes. Y esto a pesar de la constatación por parte de los genetistas de la existencia de zonas de cambios genéticos abruptos[10].
Falacia de la confusión de términos
Esta falacia está relacionada con la anterior e intenta confundir los conceptos de especie y raza (subespecie) pretendiendo que la especie humana sea la única especie que carezca de razas o subespecies y constituya así una rara excepción en la naturaleza.
Revisemos la afirmación del supuestamente "Doctor" José Marín González, que comete ésta y las últimas dos falacias:
«Las razas no existen, ni biológicamente ni científicamente. Los hombres por su origen común, pertenecen al mismo repertorio genético (Falacia No. 3). Las variaciones que podemos constatar no son el resultado de genes diferentes (Falacia No. 2). Si de "razas" se tratara, hay una sola "raza": la humana (Falacia No. 4).
Según la taxonomía cladística, el ser humano pertenece a la familia Hominidae, la subfamilia Homininae, tribu Hominini, subtribu Hominina, que cuenta con cinco géneros (Ardipithecus,Australopithecus, Kenyanthropus, Paranthropus, y Homo), estos géneros se dividen a su vez en especies. Dentro del género Homo han existido distintas especies: Homo habilis, Homo erectus,Homo neanderthalensis, Homo sapiens, que es a la que pertenece el ser humano moderno, etc.
Haciendo uso del mismo modo de razonar del supuesto "Doctor" José Marín González, se podría llegar a demostrar la inexistencia de estas especies y que un Homo habilis es igual que un Homo sapiens (se sustituye lo tachado, lo dicho por González, por lo que está en negrita):
«Las razas especies no existen, ni biológicamente ni científicamente. (Los hombres) Todos los individuos del género Homo por su origen común, pertenecen al mismo repertorio genético. Las variaciones que podemos constatar no son el resultado de genes diferentes. Si de «razas» «especies» se tratara, hay una sola «raza» «especie»: la humana Homo»[11].
Falacia de continuidad
"Existe una variación continua en las variaciones humanas como cambios graduales en el color de la piel y no es posible determinar los límites de diferenciación entre las razas claras y las oscuras."
Si no hubiese continuidad racial no habría formas intermedias, no podrían reproducirse dos individuos de razas distintas y la humanidad estaría dividida en especies y no en razas.
¿Sólo porque podemos obtener una mezcla de rojo y amarillo que produce el color naranja, entonces el rojo y el amarillo son ilusiones? La existencia de continuidad es en realidad una prueba de la existencia de razas.
"Hablar de raza es hablar del color de la piel"
"No importa el color de la piel, lo que importa son los sentimientos".
Mucha gente cree que la raza es "sólo una cuestión del color de la piel" (o bien de color de ojos y cabello). Sin embargo, desde que se comenzó a considerar a la raza como objeto de estudio por parte de la antropología física, los estudiosos consideraron mucho más importantes otros rasgos determinantes como los rasgos faciales, las medidas del cráneo, el índice cefálico y la capacidad craneal.
El cerebro controla diversas funciones cognitivas, psicológicas y emocionales, y, como en todos los órganos, su fisiología está relacionada con su anatomía. Si el cerebro está contenido en el cráneo, y si el cráneo presenta diferencias en su estructura, tamaño, forma, etc. según la raza, es plausible que las razas presenten diferencias cognitivas, psicológicas y emocionales, tal como lo han demostrado varios científicos, entre ellos el profesor Philippe Rushton de la Universidad de Ontario del Oeste.
Se puede ejemplificar esta falacia mediante la analogía en la cual los humanos son como automóviles. Hay automóviles rojos, azules, negros, grises, etc., pero también hay de distinta marca y distinto modelo que determinan sus funciones, sus ventajas y sus desventajas, y en suma, características que dan mayores opciones en el mercado. La falacia, en resumen, llega a afirmar que "todos los humanos son del mismo "modelo", pero con diferente color", lo que invariablemente niega la biodiversidad humana y cuando la evidencia ha demostrado que cada raza tiene características fisiológicas y anatómicas distintas además del color de piel, de ojos y de cabello.
"Un blanco es más similar a un negro que a otro blanco"
"Hay una mayor diferencia genética entre dos personas de la misma raza que entre dos personas de diferente raza".
El argumento para sostener esta falacia se basa en el siguiente hecho completamente cierto, que utiliza, por su parte, el genetista italiano Luigi Luca Cavalli-Sforza:
El 90% de la diversidad humana corresponde a diversidad dentro de un grupo y solo el 10% restante se explica como diferencia entre grupos distintos. En otras palabras, analizado un grupo concreto (por ejemplo población dentro de un país), éste presenta una gran diversidad genética. La diferencia con otros grupos es mucho menor.
Sin embargo, en esta premisa hay una trampa. Este hecho cierto resulta engañoso y puede generar interpretaciones y conclusiones completamente equivocadas, como decir que entre dos personas de la misma raza hay un 90% de diferencia genética, o de otro modo, que sólo comparten el 10% de su genética, lo cual es absurdo, pues en ese caso no serían ni siquiera de la misma especie.
Es un hecho que dentro de un grupo homogéneo existe mucha diversidad, dos individuos nunca son completamente iguales genéticamente, ni siquiera entre dos hermanos a menos que se traten de gemelos idénticos.
Estas diferencias no tienen ninguna relación con las diferencias entre poblaciones sino con las diferencias entre individuos, de lo contrario cada individuo de una misma población representaría una raza diferente y en ese sentido sí sería absurdo propugnar la existencia de razas.
De hecho, recientes estudios del ADN muestran que la diferencia genética entre un negro y un blanco es mucho mayor de lo que antes se pensaba. El genoma africano posee ADN de alguna especie arcaica, hoy extinta, que no se encuentra en el genoma de las poblaciones euroasiáticas[12][13] Asimismo, las poblaciones africanas carecen de ADN neanderthal y cromagnon, que sí está presente en las poblaciones euroasiáticas.[14]
Falacia de la clasificación arbitraria
"Los métodos de identificación y clasificación racial basados en rasgos morfológicos o fenotipos, son arbitrarios."
La clasificación racial no es arbitraria, es consistente con las poblaciones geográficas humanas como realmente existen y por lo tanto con una observable y verificable realidad.
La clasificación racial en la especie humana no es más arbitraria que la clasificación de subespecies de cualquier otra especie.
Falacia de la redefinición
Esta falacia intenta cambiar la definición de raza para redefinirla de manera que el fenómeno quede fuera de la existencia.
Una definición precisa de raza es la que la describe tal como es. Si la raza existe como es descrita en las primeras definiciones, pero no existe como es descrita en la nueva definición, entonces la nueva definición está equivocada.
Negar una realidad creando una nueva definición en la que dicha realidad deja de existir, no es científico sino algo políticamente motivado.
Falacia de autoridad
Esta falacia intenta convencer a la gente que lo que ellos ven con sus propios ojos no es real, obteniendo ayuda de supuestos expertos y autoridades que presumen tener un conocimiento profundo en el tema.
El negacionismo de la raza por parte de algunos científicos es deshonesto intelectualmente. Los científicos todavía estudian la raza a un nivel genético, sólo que no usan la palabra raza, sino "subespecie", como término científico, aunque otros utilizan "etnia" o "población" en su lugar, pero éstos son eufemismos políticamente correctos.
Falacia de obsolescencia científica
El concepto de raza está basado en un anticuado y obsoleto concepto científico de una época colonial.
Durante toda la historia de la ciencia han existido falsas creencias y teorías en diversas ramas de la ciencia: medicina, biología, física... Sin embargo, estas ramas, a pesar de su antigüedad, no se consideran obsoletas. Tampoco debe considerarse obsoleta la disciplina que estudia las razas humanas.
Además, la existencia de la raza está respaldada por recientes estudios que utilizan técnicas como la resonancia magnética.
Para quienes, por prejuicios y complejos, temen que la raza sea real, ha sido necesario declararla como un concepto "obsoleto" y tergiversar las recientes investigaciones sobre la raza para justificar una agenda política que quieren promover. La realidad científica de la raza necesita ser confrontada y no temida.
Falacia de edad
El concepto de raza se usaba en el siglo XIX. Está totalmente anticuado, y debe evitarse su uso.
Una falacia muy semejante a la anterior, se limita a hacer una descalificación sistemática del concepto de raza en base a su edad. La edad de algo no lo hace inválido ipso facto. Por la misma regla de tres, podría considerarse inválida la creencia de que la Tierra es redonda, ya que esa creencia se tenía ya en el siglo XVI.
Falacia de la construcción sociopolítica
"La raza es una construcción sociopolítica que no tiene una base biológica o genética."
Esta categórica y rimbombante afirmación no resiste el menor análisis y colapsa cuando es confrontada con la más básica evidencia biogenética de la realidad racial. Los rasgos físicos heredables por las leyes genéticas, compartidos por un grupo humano, y que se han desarrollado y evolucionado de manera aislada de los rasgos de otros grupos, no pueden ser una "construcción social" sino que son parte de un fenómeno natural evidentemente biológico. Los hechos en la práctica y el conocimiento más elemental lo han demostrado continuamente.
La afirmación es en realidad una ficción políticamente correcta y una fabricación tranquilizadora. El gran público, legos y expertos, la ha adoptado sin discernimiento. Todos escucharon lo que querían escuchar. La ironía es que lo que sí es una construcción sociopolítica es precisamente la idea de que la raza no es real, una idea construida durante las últimas décadas por conocidos "teóricos" de la Teoría Crítica.
Falacia del pensamiento único
Las razas no existen, y quienes opinan lo contrario deberían ser juzgados por racismo.
Dado que la mayor parte de los argumentos del negacionismo racial son falacias que pueden ser fácilmente refutadas, es requerido un ambiente de censura, en el cual los argumentos del negacionismo racial sean declarados como simples hechos y no se permita una contra-argumentación.
Falacia de mendicidad
"La raza debe ser negada para poder acabar con el racismo, aquellos que siguen creyendo en la realidad de la raza están perpetuando y fomentando el racismo."
Los negacionistas de la raza se han convencido a sí mismos de que el concepto de raza promueve el racismo. Así que están presionando mediante una agenda políticamente correcta la idea de que las razas humanas no son biológicamente reales sin importar la evidencia de lo contrario.
No estamos tratando con ciencia sino con censura motivada políticamente.
Falacia de las consecuencias
El uso del término "raza" lleva implícitas connotaciones racistas. Por tanto, su uso no es adecuado, y debe descartarse.
Falacia muy similar a la anterior, es de uso muy recurrente en la argumentación negacionista. Se refieren al concepto de raza como "racista" y de "consecuencias negativas", desprestigiándolo así, y dejando de lado su validez real.
Ad hominem
Y cuando todas estas falacias son refutadas, lo que queda de los negacionistas de la raza es descalificación gratuita.
Hacen que su oponente se retracte ante un ataque de insultos, difamaciones y acusaciones (ad hominem) sin la necesidad de dar argumentos sustanciales. Acusación de "racismo", "nazismo", y otros calificativos despectivos son comunes entre los negacionistas de la raza.
Mezcla racial
La mezcla racial, miscegenación o mestizaje es la reproducción sexual entre individuos de razas diferentes. El producto de este intercambio genético se designa con el término mestizo, usado para describir a las personas cuyo fenotipo evidencia aportes genéticos significativos y variables de dos o más razas.
La mezcla racial generalmente da origen a individuos que representan una pérdida de cualidades evolutivas de adaptación a un determinado ambiente, además de ser una forma en que un pueblo o etnia pierde su herencia biogenética única y por lo tanto su identidad original. Aunque ha sido un medio histórico y natural para la formación de nuevos pueblos, en general el mestizaje puede llegar a atentar contra la biodiversidad humana si es masivo, caótico, descontrolado o si es inducido intencionalmente bajo ingeniería social provocando una forma de genocidio.
El fenómeno está previsto por la naturaleza y se ha dado de forma natural durante miles de años, aunque sólo bajo condiciones muy puntuales y particulares como lo pueden ser las invasiones, la lucha por el territorio o la asimilación, y siempre a escala marginal. Sin embargo, en las últimas décadas se ha pretendido instaurar como regla general bajo doctrinas políticas igualitaristas, mesticistas,multiculturalistas y por medio de la propaganda, especialmente en lo que respecta a los países blancos en el contexto del genocidio blanco.
A veces se utiliza el concepto de "mestizaje cultural" para designar al intercambio étnico-cultural entre los pueblos. El término se utiliza para aquellos pueblos que atraviesan un proceso de encuentro entre varias etnias, en lugares como Iberoamérica,Filipinas, Sudáfrica o Estados Unidos.
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AFORISMO GODO: "Huar ik im, midzani ik im, dzar is ains Gutiksland" ("Ahí donde yo esté y mientras yo esté, será tierra goda")
Lenin: "La MENTIRA es un arma REVOLUCIONARIA"... y desde entonces los zurdajos no han dicho una sola VERDAD.