La iglesia cristiana es el último bastión que tiene la gente honrada para salvarse del destructivo avance del Comunismo y del Islam. Muchos de los beneficiados en su felicidad personal por las tradiciones (la familia, la fidelidad conyugal, el respeto a los padres, la crianza de los hijos en los valores paternos, el castigo al robo y al homicidio, el liberalismo occidental, etc.) ignoran que tales valores fueron defendidos en el transcurso de los siglos (y lo son fundamentalmente hoy) por la Iglesia Católica, incluso muchas veces en contra de las normas del Estado, que avasallan o pretenden avasallar la cultura cristiana occidental, tales irresponsables no saben a quién le deben los valores culturales que constituyen el eje de su propia felicidad personal. El enemigo marxista y musulmán sabe muy bien en cambio, que el verdadero enemigo a derrotar es
la Iglesia Católica, que prodiga por todo el mundo occidental valores morales que son de algún modo el estricto inverso de los valores del marxismo y del Islam, saben que derrotando a los valores cristianos primero, será un mero trámite luego derrotar a la sociedad capitalista occidental, tal el fin último que persigue la turba socialista en cualquiera de sus formas. No es casual que tanto los marxistas como los musulmanes odien mucho mas a los católicos que al liberalismo mismo.
Los únicos que no saben que los quieren destruir, que quieren destruir su pacífica y honrada forma de vida, son los pánfilos católicos, y los pánfidos ateos también, que en su arrogante ignorancia, ni siquiera sospechan que toda su felicidad se sustenta en los valores cristianos, incluso muchas veces, con la irresponsable frivolidad del idiota que se cree astuto, manipulados por la propaganda progresista que como una pandemia infesta todos los medios masivos de comunicación, repiten como propio el discurso de su enemigo, repiten como propio el discurso de quienes decapitan cristianos y queman iglesias.
"La Iglesia cristiana ha formado en la Historía de la Humanidad, el derechos de las personas y de la propiedad en contra del despotismo" (Murray Rothbard).
