La progresía es una deformación de la izquierda, pero no es la izquierda clásica, la de los obreros, pero sus premisas han sido ampliamente aceptadas por todo el espectro sociopolitico. El progresismo ya es transversal e infecta a todas las clases sociales y colectivos. Parece que va camino de convertirse en el mejor invento del Sionismo internacional.
El "progre" actual es un sujeto abyecto, miserable y ruín, simula empatía con los desfavorecidos pero es pura fachada, todo es mentira. Por eso me da tanto asco.
Los progres, que son los herederos intelectuales de Marx, Gramsci y Marcuse ya no creen en la utopía. El progresismo actual no quiere saber nada de la vieja tradición socialista, que aún fingía defender principios como la solidaridad o la igualdad. Si le preguntamos a un progre qué valores defiende, nos abrumará con una verborrea basada en el sentimentalismo, la simplificación y la demagogia más grotescos. El progre a pasado de defender la lucha de clases a la lucha contra el camio climático. Son anticapitalistas, pero aman el dinero. Defienden una política de impuestos dura, pero son defraudadores.
Un político de izquierdas español, Julio Anguita, dijo: "Insúlteme si quiere, pero no me llame progre"