Zululu escribió:Vamos a explicarle al zurdoquete este que es ser PROGRESISTA, en los término ideológicos actuales.
La mejor definición, nos la deja la lingüista peruana Martha Hildebrandt Péres-Treviño, quien fue presidenta del Congreso de Perú y actualemnte es miembro de la Academia Peruana de la Lengua.
PROGRESISTA.- Fracasado que gusta culpar de sus miserias al "sistema" y procura que los demás reconozcan sus méritos como "luchador social" predicando a favor de lo que llama "justicia social", que en el fondo consiste en que unos vivan a expensas de los demás, utilizando al Estado como cómplice. Se les puede ver predicando su ideología en ONGs y organismos públicos nacionales e internacionales, donde "solucionan" todos los problemas desde sus escritorios mediante magníficos artículos llenos de palabritas como "articular", visibilizar", "emponderar", "desigualdad". Destrozan el lenguaje con modismos sexistas ridículos como "ciudadanas y ciudadanos". Son argolleros y gustan de hacerse pasar como intelectuales. Se les conoce también como parásitos sociales.
Bueno lo que diga una burgesa peruana pues eso...
El progresismo es una tendencia política donde se defienden ideas orientadas hacia el desarrollo de un Estado del bienestar, la defensa de derechos civiles y cierta redistribución de la riqueza. Comúnmente se considera que estas corrientes aglutinan fuerzas opuestas al conservadurismo. En el progresismo como subespectro político confluyen diversas doctrinas filosóficas, éticas y económicas del liberalismo y el socialismo democrático.
Los progresistas persiguen la libertad personal y la privilegian sobre la libertad económica; por ello fomentan reformas progresivas en lo social, económico, político e institucional, con lo cual pretenden profundizar en la libertad del individuo. El progresismo como tendencia política es pragmático, por lo que no se encuentra en el espectro tradicional izquierda-derecha. Es por ello que prefieren el uso del gráfico de Nolan como nuevo espectro político. No obstante, al progresismo a veces se le suele enmarcar dentro del espectro de las izquierdas, aunque algunos sectores de la propia izquierda buscan desmarcarse del progresismo.
Aunque el término tiene precedentes en la Revolución francesa, cuando políticamente era sinónimo de reformismo, el progresismo tomó forma como tendencia política de las luchas contemporáneas por los derechos civiles y políticos que dieron vida a movimientos sociales como el feminismo, el ecologismo, el laicismo y la sexodiversidad, entre otros.
En lo socio-económico, su principal consigna es que deben ser las capacidades del individuo y no las condiciones al nacer las que determinen el límite de sus aspiraciones. Por lo tanto, el progresismo propone que el Estado debe generar las condiciones para que sea el esfuerzo humano la única variable que determine la desigualdad social.