Te parece poco que el embargo sea comercial, económico y financiero ? eso abarca todos los ambitos sociales y profesionales de la isla.
Ya existía un embargo armamentístico por parte de EE. UU. sobre Cuba desde marzo de 1958 cuando la guerra entre Batista y los revolucionarios de Castro comenzó.
En julio de 1960, en respuesta a las nacionalizaciones EE. UU. redujo la cuota de azúcar cubano a 700.000 toneladas. Al mismo tiempo la URSS accedió a comprar el resto del azúcar en su lugar, mientras el gobierno de Castro continuaba con las expropiaciones. El presidente Dwight D. Eisenhower impuso el 19 de octubre de 1960 un embargo parcial y rompió las relaciones diplomáticas el 3 de enero de 1961. La Unión Soviética, en cambio, ofreció a Cuba precios preferentes para las exportaciones cubanas, especialmente para el azúcar, y vendió a Cuba petróleo a precios preferentes. En abril de 1961 Kennedy aprobó una invasión militar a Cuba compuesta por cubanos exiliados con apoyo armamentístico y logístico por Bahía de Cochinos, siendo derrotados en 72 horas por el ejército y las milicias de Cuba en Playa Girón, durante tal invasión Cuba decretó su revolución como socialista.
En respuesta este alineamiento de Cuba con el bando soviético en la Guerra Fría, el presidente John F. Kennedy estableció un programa suave para terminar con la revolución en Cuba que creaba la Alianza para el Progreso, el Banco Interamericano para el Desarrollo y los Cuerpos de Paz, además amplió las medidas tomadas por Eisenhower mediante una orden ejecutiva, ampliando las restricciones comerciales el 7 de febrero y de nuevo el 23 de marzo de 1962.
Durante la posterior Crisis de los misiles de Cuba Kennedy implantó restricciones en los viajes a Cuba el 8 de febrero de 1963, y se emitió las Regulaciones para el Control de los Recursos Cubanos (Cuban Assets Control Regulations en inglés) el 8 de julio de ese mismo año, bajo el Ley de Comercio con el Enemigo como respuesta al hospedaje de misiles en Cuba. Bajo esas medidas, los activos cubanos en Estados Unidos fueron congelados e inclusive el pago del arrendamiento de EE. UU. a Cuba por la base militar de Guantánamo ha sido embargado y permanece en "custodia" de un juez de EE. UU. que ha dispuesto de esos fondos como si fueran propiedad de EE. UU..
La Organización de Estados Americanos impuso sanciones multilaterales a Cuba el 26 de julio de 1964, que fueron levantadas el 29 de julio de 1975.
Las restricciones para los ciudadanos estadounidenses en los viajes a Cuba se suspendió el 19 de marzo de 1979; dado que el presidente Jimmy Carter se negó a renovar la regulación, que debía ser renovada cada seis meses. Las restricciones para el gasto de dólares en Cuba fueron también reducidas. El presidente Ronald Reagan reinstauró el embargo comercial el 19 de abril de 1982. Esta ha sido modificada hasta convertirse en la normativa actual sobre los viajes de ciudadanos estadounidenses a Cuba.1920. Hoy día las leyes no prohíben a los ciudadanos estadounidenses viajar a Cuba per se, pero hace ilegal el realizar transacciones (gastar dinero, recibir regalos) en la mayoría de los casos sin permiso del gobierno estadounidense a través de la Oficina de Control de Recursos Extranjeros.
El embargo fue reforzado en octubre de 1992 por la Ley de Democracia Cubana (popularmente la ley Torricelli) y en 1996 por la «Ley para la Libertad Cubana y la Solidaridad Democrática» (Ley Helms-Burton). La misma planteaba entre otros muchos artículos que las filiales estadounidense en terceros países no podían establecer ningún tipo de relación comercial con Cuba. Mientras Estados Unidos ha buscado normalizar sus relaciones comerciales con otros estados comunistas, como China o Vietnam, la existencia de un fuerte lobby, mayoritariamente conservador, formado por exiliados cubanos, principalmente asentados en Florida ha dificultado un acercamiento a Cuba, especialmente por la influencia de los exiliados en un estado políticamente estratégico como Florida. Ni el Partido Demócrata de los Estados Unidos ni el Republicano han propuesto ningún cambio de relevancia (aunque el Partido Republicano ha sido tradicionalmente más favorable a aplicar "mano dura"). El título tercero de la Ley por la Solidaridad con la Libertad y la Democracia en Cuba (también conocida como ley Helms Burton) establece que cualquier compañía no estadounidense en "conocido tráfico con propiedades de ciudadanos estadounidenses en Cuba confiscadas sin compensación" puede ser sujeto de un litigio que le puede impedir entrar en los Estados Unidos. Esta restricción se extiende al ámbito marítimo: los barcos atracados en Cuba no pueden entrar en Estados Unidos en un plazo de seis meses. No obstante, es importante tener en cuenta que el título tercero de esta ley incluye un mecanismo por el cual su aplicación puede ser suspendida por el presidente. Esta suspensión debe ser renovada cada seis meses y esto es tradicionalmente lo que ha ocurrido. La suspensión fue renovada por última vez el 17 de julio de 2006,22 y por lo tanto se mantendrá activa, por lo menos, en los seis meses siguientes a esa fecha.
En 1999, el presidente Bill Clinton amplió el embargo comercial prohibiendo a las filiales extranjeras de compañías estadounidenses comerciar con Cuba por valores superiores 700 millones de dólares anuales.
En respuesta a la presión de los agricultores estadounidenses, el embargo fue relajado por el Ley de Reforma de Sanciones y Mejora de las exportaciones, que fue aprobada por el Congreso de los Estados Unidos en octubre de 2000 y firmada por el presidente Clinton. La moderación del embargo permitió la venta de bienes agrícolas y medicinas por razones humanitarias. A pesar del inicial rechazo cubano, que vio en ello una maniobra política de los Estados Unidos, Fidel Castro aceptó la medida tras el huracán Michelle en noviembre de 2001, continuando desde entonces.
Ante la creciente demanda de productos cubanos, legisladores partidarios del libre comercio, nombrados por los estados del Oeste y las grandes llanuras centrales (con fuerte influencia agrícola) han intentado desde 2000 suavizar o eliminar el embargo. Cuatro veces desde entonces, la Cámara de Representantes de los Estados Unidos ha apoyado levantar las restricciones al viaje, siendo apoyada en 2003 por primera vez por el Senado. Sin embargo, el presidente George W. Bush, vetó el proyecto de ley. Enfrentado a un veto, el Congreso abandonó su intento de eliminar las restricciones de viaje. Sin embargo, dichas restricciones son fáciles de evitar: basta viajar desde un tercer país (Canadá, México), dado que las autoridades cubanas no sellan pasaportes. Esto está penado legalmente en Estados Unidos, pero rara vez se persigue.
En el año 2004, la administración de George W. Bush aplicó un nuevo paquete de medidas dentro de la llamada Comisión para la Asistencia a una Cuba Libre. Dentro de la gran gama de medidas tomadas, se limitan los viajes y envíos de remesas a solo los familiares cercanos (padres, abuelos, hijos, hermanos), además de alargar la espera para viajar a Cuba a tres años. Este plan arrecia la aplicación de las leyes Torricelli y Helms-Burton. Fue actualizado en el año 2006 con el objetivo de restringir aún más los viajes de los estadounidenses a Cuba con pena de cárcel o grandes multas (hasta de un millón de dólares); aparte de crear instituciones para perseguir las exportaciones cubanas de níquel y su utilización en la industria de terceros países, ron y tabaco, así también como las transacciones que Cuba pudiese realizar en dólares.