Anunció un "apagón" de las 17 centrales antes de 2022; es la primera gran potencia industrial que renuncia a la energía nuclear
Martes 31 de mayo de 2011
Laura Lucchini
Para LA NACION
BERLIN.- Alemania será la primera potencia económica mundial en abandonar la energía nuclear. Se trata de una decisión "irrevocable", según anunció el ministro de Medio Ambiente Norbert Röttgen, tras una reunión de 13 horas que terminó en la madrugada de ayer.
El "apagón" definitivo fue establecido para el 2022, e implica una vuelta al plan aprobado en 2005 por el precedente gobierno de centroizquierda.
"Somos la primera gran nación industrial que da el viraje hacia las energías renovables", dijo en una conferencia de prensa la canciller Angela Merkel, que agregó que Alemania asumía un papel de "precursor" en el mundo en esta materia.
Según el programa aprobado ayer, que deberá se sometido a votación parlamentaria, las ocho centrales más antiguas del país, que fueron apagadas hace un mes para ser controladas, dejarán de funcionar de manera definitiva. Otras seis centrales funcionarán hasta 2021, mientras que las tres restantes, las más modernas, serán apagadas un año más tarde, en 2022. Además, el gobierno se reserva la posibilidad de dejar una central "dormida", es decir, apagada pero lista para ser reactivada, en caso de emergencia.
"La decisión es definitiva", dijo Röttgen, tras anunciar el nuevo programa, que consideró "consistente y consecuente". El plan prevé que en 2018 se verifique si el apagón del mayor número de centrales es factible o si hace falta un año más.
El anuncio vino después de un fin de semana agitado en Berlín. El domingo por la tarde, el consejo de ministros se reunió en la cancillería para discutir uno de los temas más controvertidos del actual gobierno "negro-amarillo", compuesto por la Unión Demócrata Cristiana de Merkel (CDU), la Unión Social Cristiana bávara (CSU) y el Partido Liberal Demócrata (FDP).
En los últimos meses, tras la catástrofe en la central de Fukushima I, en Japón, la cuestión nuclear empujó a la calle a decenas de miles de personas de distintos partidos políticos para exigir el fin del uso de la energía atómica.
Como era de esperar, la decisión causó una fuerte polémica en Alemania. Los partidos que forman parte de la coalición habían defendido durante la campaña electoral la prórroga de la energía nuclear como "tecnología puente" hasta que se desarrollaran las energías renovables lo suficiente como para cubrir la entera red del país. Ahora, Alemania tendrá que encontrar antes de 2022 la forma de producir el 22% de sus necesidades en electricidad, actualmente aseguradas por las centrales atómicas.
Tras ser elegida, la coalición de Merkel utilizó su mayoría parlamentaria para imponer una prórroga al "apagón", que ya en 2005 había sido establecido para 2021 por el gobierno "rojiverde" (socialdemócratas y verdes) de Gerhard Schröder, hasta por lo menos 2036.
Tras la catástrofe de Fukushima I, la canciller, presionada por la opinión pública, pidió una moratoria, que se cerró con la histórica decisión de ayer. Debido a las marchas y contramarchas en este asunto, los medios y los analistas alemanes hablan desde hace semanas del "apagón del apagón del apagón" y, en general, interpretan la situación como un intento de contrarrestar su pérdida de credibilidad del gobierno en este frente, evitar nuevos desastres electorales y frenar el apabullante ascenso del partido Los Verdes.
Para intentar lograr el mayor consenso parlamentario posible, la decisión fue comunicada inmediatamente a los líderes de la oposición socialdemócrata y verde, que fueron citados a la cancillería, una iniciativa poco común de Merkel. Sigmar Gabriel, jefe del Partido Social Demócrata (SPD), dijo que podría apoyar el programa, pero manifestó sus dudas acerca de su factibilidad.
Los cristianodemócratas de la CDU y los liberales del FDP, que en el pasado habían ridiculizado el plan de la centroizquierda para abandonar la energía nuclear, llegaron ahora a conclusiones parecidas. Según señaló el líder del SPD, "éste es un gran día para todos los opositores de la energía nuclear en Alemania".
Entre los mayores críticos de la forma como Merkel manejó la situación están Los Verdes, actualmente la segunda fuerza política del país, y cuyos líderes, si bien abrieron la puerta a apoyar el plan en la votación parlamentaria, expresaron su escepticismo. Cem Özdemir, uno de los líderes del partido, dijo que "los verdes están listos para un compromiso, pero el plan obtendrá la firma verde sólo cuando esté asegurado su contenido". Entre los puntos más criticados del nuevo plan de gobierno, está la "central de reserva". Según Jürgen Trittin, otro de los tres líderes de Los Verdes, esta central serviría al gobierno para dejar abierta "una puerta trasera" para volver a cambiar planes en el futuro.
La ley deja, además, a los mayores proveedores de energía atómica en pie de guerra. RWE ya anunció a través de un vocero que evaluará todos los pasos legales posibles, mientras E.ON reaccionó con escepticismo. "No tomamos parte en las negociaciones y sólo sabemos lo que sale en los medios", dijo la empresa en un comunicado. Ambas registraron ayer una drástica caída en sus títulos en la bolsa alemana.
http://www.lanacion.com.ar/1377603-giro-de-merkel-cerrara-todas-las-plantas-atomicas