Se comenta ya con frecuencia que Joe Biden puede ser el nuevo Franklin D. Roosevelt, y algo de verdad hay en ello.
Está claro que los contextos históricos son muy diferentes, pero también que hay una serie de llamativos paralelismos. Por ejemplo, así a bote pronto:
Roosevelt fue objeto constante de burlas y ataques desde el Partido Republicano por una discapacidad física causada por la poliomelitis que sufrió de niño, mientras que a Biden lo tachan de decrépito, ausente, alelado.
Roosevelt recibió una herencia desastrosa de Herbert Hoover, el presidente del crack de 1929, con un país en coma social y una situación internacional muy preocupante.
Biden ha tenido que hacerse cargo de la herencia de Trump, es decir, una pandemia desbocada, una deuda astronómica, un aumento desenfrenado del paro, unas relaciones exteriores tormentosas marcadas por el aislacionismo y un país polarizado y enormemente crispado, con el asalto al Capitolio pocos días antes de su toma posesión como punto culminante.
Si Roosevelt puso en marcha su New Deal para enderezar el rumbo de la economía, Biden ha lanzado un paquete de inversiones de una cuantía sin precedentes, destinadas a la maltrecha Sanidad, las empresas, las infraestructuras, el medio ambiente, las familias y las energías renovables.
Tanto Roosevelt como Biden, que habían sido descritos por sus adversarios como tipos blandengues y faltos de punch, han lanzado en sus primeros 100 días un verdadero aluvión de decretos presidenciales, batiendo Biden todos los récords con más de 40.
Roosevelt y Biden: no son iguales ni han actuado en la misma época, pero hay muchas similitudes entre ambos.
ROOSEVELT Y BIDEN
https://www.deia.eus/opinion/tribuna-ab ... 21072.html