ENFERMEDAD y GUERRA
Publicado: 27 Dic 2022, 16:59
¿Ha sido el cáncer el factor decisivo que ha desencadenado la guerra en Ucrania?
Es sabido que muchos mandatarios, al saberse o creerse seriamente enfermos, han buscado acelerar al máximo sus planes ocultos en la recámara por temor a morir sin haberlos llevado a cabo. La historia da cuenta de innumerables ejemplos al respecto.
Yo tengo claro sin necesidad de que nadie me lo confirme y desde hace bastante tiempo que Putin está gravemente enfermo: basta observar su rostro mórbidamente hinchado (algo típico en los tratamientos agresivos contra el cáncer, recordemos p.e. los de Georges Pompidou, Hugo Chávez o Miguel de la Madrid), sus extraños andares, la distancia que interpone con sus interlocutores situándolos en la otra punta de una mesa kilométrica por temor a cualquier contagio, sus decisiones erráticas y precipitadas, su empecinamiento en el error, su retórica belicista en la que ha roto el tabú de las armas nucleares, su mirada de pez, ahora sin brillo...
No hay duda: Putin está enfermo, muy enfermo. Este hombre ya no es ni la sombra del que fuera en el 2.000, al inicio de su mandato.
Enfermo de cáncer, el final de Putin «está a la vista», afirma un historiador ruso
https://www.eldebate.com/internacional/ ... 82437.html
Es sabido que muchos mandatarios, al saberse o creerse seriamente enfermos, han buscado acelerar al máximo sus planes ocultos en la recámara por temor a morir sin haberlos llevado a cabo. La historia da cuenta de innumerables ejemplos al respecto.
Yo tengo claro sin necesidad de que nadie me lo confirme y desde hace bastante tiempo que Putin está gravemente enfermo: basta observar su rostro mórbidamente hinchado (algo típico en los tratamientos agresivos contra el cáncer, recordemos p.e. los de Georges Pompidou, Hugo Chávez o Miguel de la Madrid), sus extraños andares, la distancia que interpone con sus interlocutores situándolos en la otra punta de una mesa kilométrica por temor a cualquier contagio, sus decisiones erráticas y precipitadas, su empecinamiento en el error, su retórica belicista en la que ha roto el tabú de las armas nucleares, su mirada de pez, ahora sin brillo...
No hay duda: Putin está enfermo, muy enfermo. Este hombre ya no es ni la sombra del que fuera en el 2.000, al inicio de su mandato.
Enfermo de cáncer, el final de Putin «está a la vista», afirma un historiador ruso
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