Lo curioso del caso es que más del 90% de los que abominan de dicha agenda NO TIENEN LA MENOR IDEA SOBRE LA MISMA. Esto no es hablar por hablar: se ha demostrado en varias encuestas anónimas. Su aversión se basa exclusivamente en las pseudoinformaciones absolutamente sesgadas y las patrañas que han escuchado o leído en los medios más reaccionarios, sin que supieran concretar en qué se basa su rechazo a tal o cual proyecto.
El que quiera comprobarlo por sí mismo, lo tiene fácil: solo tiene que preguntarles a los conocidos que abominen de la Agenda 2.030 qué puntos concretos rechazan y por qué. Comprobará para su asombro que casi ninguno sabrá darle una respuesta coherente. Es más, ni siquiera sabrán decirle en qué consiste la citada agenda ni los fines que persigue, pese a lo cual no dudan en ensañarse con ella y los que la defienden. Y es que la ignorancia no solo es atrevida, sino que también carece del sentido del ridículo.
No puede ser casualidad: los líderes políticos actuales que con más vehemencia rechazan la Agenda 2.030 presentan todos el perfil político más reaccionario y paleoliberal, tales como Donald Trump, Jair Bolsonaro, Javier Milei o Viktor Orban, por citar unos ejemplos.
Separando el trigo de la paja o la verdad de los fakes, una tarea urgente.
Desinformaciones que circulan en Telegram sobre la “Agenda 2030” de la ONU
https://chequeado.com/ultimas-noticias/ ... de-la-onu/
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