En menos de veinticuatro horas, la desértica ciudad de Dubái se convirtió en un inmenso charco debido a las intensas lluvias que cayeron durante el pasado martes en todo el país, que superaron la cantidad correspondiente a todo un año de precipitaciones: hasta 254 milímetros (254 litros por metro cuadrado), una cifra récord en Emiratos Árabes, según el centro de meteorología nacional.
Algunos apuntan a que el motivo de estas lluvias intensas, que han inundado ciudades enteras y han afectado al aeropuerto de Dubái -el más transitado del mundo-, podría estar en la sonada técnica de la siembra de nubes. Otros muchos, sin embargo, atribuyen estas impresionantes tormentas al cambio climático
La siembra de nubes, también conocida como bombardeo de nubes, es una técnica que imita, de manera artificial, el proceso natural por el que se forma la lluvia con el objetivo de provocar precipitaciones. Esta estrategia de modificación del clima se puede realizar desde tierra, con generadores, o desde el cielo, con drones y aviones, y es utilizada por países de todo el mundo, especialmente en áreas que afrontan problemas de sequía.
Pero empecemos por el principio: las nubes se componen de pequeños cristales de hielo o gotas de agua, que se forman cuando el vapor de agua se enfría en la atmósfera. Para que la precipitación en forma de nieve o lluvia se produzca, estas gotas deben condensarse y combinarse con partículas de polvo, sal o humo. Esa unión crea una gota o un copo de nieve (compuesto por millones de estas gotas) que puede caer de una nube.
Aquí entra en juego el yoduro de plata, la sal que emplea esta técnica para provocar las precipitaciones, que, según explica Jose Miguel Viñas, meteorólogo de Meteored a 20minutos, "tiene características parecidas a las del hielo". Para ello, primero se monitorean de cerca las nubes, pues este sistema no sirve con cualquiera: las seleccionadas deben contener agua por debajo de cero grados para que condensar la humedad en gotas. "De alguna manera estás engañando, a la naturaleza. Es decir, estás introduciendo un elemento que de manera natural no estaría ahí, pero que actúa de manera parecida a cómo lo hace el hielo", explica el experto.