En Miami Beach había por lo menos dos policías que creían que aquello de la protección del público incluye salir de copas, bailar en una discoteca y pasear por la playa a los turistas en una moto todoterreno, bajo la luz de la luna.
En la madrugada del 2 de julio pasado, los agentes Derick Kuilan y Rolando Gutiérrez patrullaban la famosa calle Ocean Drive, cuando decidieron ingresar al Hotel Clevelander, para ver cómo estaba el ambiente.
A las cinco de la mañana, los uniformados se divertían con seis jovencitas de Pensilvania que celebraban en la pista de baile una fiesta de solteros.
Según la Fiscalía estatal, se emborracharon, bailaron y se retrataron con las muchachas y, como si no fuera suficiente, Kulian terminó invitando a una de ellas a dar un paseo por la playa en la moto todoterreno que usan para las patrullas en la arena.
El paseo terminó abruptamente cuando Kulian atropelló a una pareja que estaba acostada en la arena, provocando lesiones graves a un hombre y una mujer.
Despedidos
Los dos hombres fueron despedidos de la Policía de Miami Beach días después del incidente. Pero el miércoles, la Fiscalía estatal arrestó a Kuilan bajo cargos de conducir imprudentemente un vehículo todoterreno, lesionar a dos personas y coducir borracho.
El comportamiento de los dos policías fue tan extraño que las jovencitas creyeron que los dos hombres habían sido enviados para "entretenerlas".
El incidente es el más reciente en una cadena de "extraños comportamientos" de la Policía de Miami Beach, que incluyen brutalidad policial, violencia excesiva y detenciones ilegales.
Una 'epidemia' que se propaga por el sur de Florida, donde hay unos 20 departamentos de policía, y da la idea de que las autoridades están perdiendo el control de la seguridad en las calles.
En los últimos meses han aumentado dramáticamente los tiroteos nocturnos, los asaltos a residencias, los enfrentamientos entre pandillas y la policía parece haber perdido la orientación. Sus respuestas son, en muchos casos, irracionales o con una política poco ordenada de combate a la criminalidad.
No es la primera vez que Kuilan está en problemas. Todavía se encuentra bajo investigación por otro incidente. Hace un par de meses, durante un feriado nacional muy popular, cuatro policías acribillaron a balazos el coche de un individuo, con el argumento de que éste les había disparado.
El hombre murió al instante, cuatro personas quedaron heridas, pero los investigadores nunca encontraron un arma dentro del coche. Se estima que los policías dispararon más de 150 balas en un par de minutos.
En lo que va del año, por lo menos siete personas han muerto en las calles del área metropolitana de Miami a manos de la policía. Si bien, la mayoría eran delincuentes, solo uno estaba armado.
http://www.elmundo.es/america/2011/07/27/estados_unidos/1311801278.html
