Viendo a turba de giliprogres de este foro, uno llega a la conclusión que... SER PROGRE, te convierte automáticamente y sin tener que hacer esfuerzo personal alguno, en una buena persona. Al menos para otros miembros de tu gremio y, sobre todo, para ti mismo, que es de lo que se trata. Cuando se es PROGE, uno está preocupado por los pobres, colectivos supuestamente discriminados o desfavorecidos, del ecosistema, de la deforestación del Amazonas, del hambre en Africa... Luego, que realmente lo estén, es otra cuestión.
El problema de esta imagen es que, como tantas otras cosas, es sólo fachada. No es que ser PROGRE te impida ser buena gente, ni mucho menos. Sin embargo, entre la progresía más ideologizada existe la tentación de convertir esa superioridad moral con la que caminan por la vida en un salvoconducto que te exima de hacer el bien a los demás en el mundo real. No son dos ni tres los cabrones de la izquierduza, que se miran al espejo cada mañana y se dicen, convencidos, aquello de "pero qué buena persona que soy. Claro, como soy de izquierdas".
Pero el movimiento se demuestra andando y en lugar de creernos sin más lo que dicen los progres de sí mismos (y la gente en general), debemos atender a las decisiones que realmente toman. Así, si nos creyéramos esa imagen de autosatisfacción moral por poseer una verdad absoluta de orden general, no nos fijaríamos atentamente que, con su ideología han convertido el Siglo XX en el más sangriento de la Historia de la Humanidad. Y lo curioso es que, la mayoría de estos crímenes, no se han realizado en guerras o batallas por el bien de la progresía en general, sino producto de la brutal represión de sus propios conciudadanos.
Estos sus crímenes. Muertes que... se acerca a la cifra de cien millones:
20 millones en la Unión Soviética,
65 millones en la República Popular China
1 millón en Vietnam
2 millones en Corea del Norte
2 millones en Camboya
1 millón en los regímenes comunistas de Europa oriental
150.000 en Cuba y otros países de Latinoamérica
1,7 millones en África
1,5 millones en Afganistán
Luego, estos hipócritas falsarios, se escandalizan al oír el nombre de Mussolini o Hitler, pero no el de Mao o Stalin, por ejemplo.