Uys, qué súpermegainteresante... sobre todo eso del ano...
Bueno, la verdad es que la horda de paletos ésa de la División Azul, cuando llegó a Alemania diciendo que querían tomar Moscú y salvar a la humanité entera del demonio comunista... lo que produjo principalmente fue hilaridad entre las tropas alemanas.
Eso en un primer momento, después, cuando vieron la suciedad, la indisciplina y el desorden reinante en los batallones españoles... lo que produjo más bien fue grima y luego asco.
Asco, hasta el punto que cuando el general Von Paulus vio a aquella horda de desgraciados, que en un principio venía destinada al frente central, que se suponía iba a tomar Moscú, y ante la evidencia de que no podría utilizarlos ni como animales de carga, exclamó bastante airado: "Se lleven esta puta mierda de mi vista".
Lo dijo en alemán, claro, pero lo expresó en esos términos, ya que Von Paulus en realidad era un garrulo y el "Von" lo llevaba de pegote para darse ínfulas...
Y así fue como los piojosos de la División Azul terminaron en el norte, próximos a San Petersburgo, y a orillas de un río donde la mitad perecieron ahogados. Se suponía que iban a tomar Leningrado, o al menos esas patrañas se contaban a sí mismos, pero en realidad jamás vieron, ni aún con prismáticos, el Nevski Proskpect o los cebollones de la Basílica de la Santa Sangre. Allí los dejaron: en un río, medio congelados y a esperar que se pudrieran.
Y se pudrieron.
Ocupados en pudrirse estaban, hasta que un buen día los popovs empezaron a meterles los katiushas por el culo y tuvieron que salir, todos, alemanes incluidos, por patas de allí.
Y esa es la triste historia de esa banda de pordioseros.
Luego, claro, al llegar a España, resulta que cada uno de ellos relataba, a quien quisiera escucharles o a los pocos que se avinieron a pagarles un vaso de vino, que se merendaban todos los días diez o doce mil rusos, que con el palo de una escoba mataban setecientos rusos en diez minutos (que los habían contado, eh), y que si los llegan a dejar habrían tomado ellos solos Moscú unas doce veces en el mismo día (seis por la mañana y otras tantas por la tarde).
Y que... bueno, que nos pongan otra ronda de vinillos, oye...
Bueno.
No me esperaba algo diferente del cuentecillo que ha soltao aquí el Willy Toledo con sotana.....