La situación actual no es la misma que la de hace 100 años. Ya no está tan clara la línea que separaba antes al patrón del obrero. Con las nuevas figuras de autónomos y pymes, se crea un tejido empresarial familiar, sin aspiraciones imperialistas, sin pretensiones de expansión, sin grandes directivos, ni sueldazos, ni inversiones en paraísos fiscales,...
"Obreros", autónomos y pymes deberíamos estar del mismo lado de las barricadas. Y que quedara muy claro tanto para nosotros mismos, como para quienes nos gobiernan (que son, al fin y al cabo, a quienes intentamos presionar cuando acudimos a la huelga).
La huelga, tal y como está ahora concebida, afecta gravemente a los empresarios, pero no a los grandes empresarios (los de los paraísos fiscales, los de las deslocalizaciones que extienden la explotación laboral,...) sino, principalmente, afecta a los pequeños y medianos (que no tienen un número suficiente de empleados como para organizar turnos o suplencias ante una huelga...).
La huelga, hoy en día, nos crea la falsa sensación de que estamos haciendo algo, de que estamos expresando nuestra incorformidad ante un Gobierno que, creemos, cuando nos vea en la calle blandiendo nuestras pancartas, recapacitará, se pondrá en nuestro lugar y empezará a legislar más por sus ciudadanos y menos por sus bancos y grandes empresarios... ¿alguien cree que esto es así? ¿alguien duda de que cada uno de nuestros gobernantes saben ya que estamos disconformes con sus políticas? ¿alguien cree que una huelga va a despertar algún sentimiento de culpa o compasión en ellos?
No digo que no se vaya a la huelga, sino que hay que "inventarse" otra forma de reivindicación... ¿alguna idea?