Bueno, es que eso precisamente es lo más grave de todo: que una consulta popular sea inconstitucional en una democracia.
Los troyanos al ver semejante ofrecimiento en forma de escultura a las puertas de su fortaleza, también pensaron que debían aceptarlo.
En Canadá, y ahora en el Reino Unido, esto lo tienen clarísimo: todo es válido para impedir la secesión de un territorio, excepto oponerse a una consulta popular.
Canadá y Reino Unido no han debido padecer legisladores tan memos que creyeran que con una política del apacigüamiento permanente iban a ganarse la lealtad de politicuchos regionalistas y embaucadores a los que tarde o temprano todo les acaba pareciendo poco.
Precisamente, si ha habido algún país en el mundo para el que todo ha sido válido con tal de impedir la secesión de un territorio, ese pais se llama, sin duda, ESPAÑA. Y ya vemos el resultado... NO HA SERVIDO DE NADA!!
Simple cuestión de talante democrático... a mí me molesta muchísimo esa carencia de él; a ti, sin embargo, parece encantarte...
Lo que me faltaba por leer, vamos... como si el "talante" del Gobierno regionalista de Artur Mas fuese más democrático que el del Gobierno Central... cuando es como comparar "churras con merinas". Por poner sólo un ejemplo de lo que quiero decir: no hay nada más antidemocrático, anti ético y me atrevería a decir que incluso inmoral, que el hecho de que toda una institución pública como la Generalidad, máximo representante del poder legislativo autonómico en Cataluña, que debiera ser la
principal garante de la igualdad entre todos los catalanes y subvencionada con el dinero de todos, muestre la parcialidad y preferencia bochornosas que muestra hacia una única idea de Cataluña y hacia una sola de sus lenguas, en claro desprecio a la mitad de los ciudadanos catalanes, que ante la mediocridad y concupiscencia del legislativo Central, optan por la resignación y la convivencia, virtudes que son aprovechadas por los radicales independentistas y oportunistas del legislativo catalán para hacer proselitismo de una idea de Cataluña excluyente, desleal, antidemocrática e ingrata donde las haya.
Suerte tenemos de vivir en una democracia como la española, pues en una amplia mayoría de países del mundo (hay 198) afrentas como éstas se dirimen con métodos mucho más espeditivos y clarificadores.
Y no cuela la treta de elevar a categoría de norma, lo que sólo representa una excepción (me refiero a los casos de Canada y UK).