El presidente de Estados Unidos y, por extensión, su gabinete y más aún la oposición republicana, se muestran 'consternados' por la reconquista -el término me parece adecuado- de Crimea por parte de Rusia, que ha sido una jugada maestra e incruenta, habrá que reconocerlo.
El gobierno yanqui acusa a Rusia de la violación de la Constitución de Ucrania (nada objeta sin embargo contra el golpe de Estado previo a la operación de Crimea) y del Derecho Internacional, desprecio a los principios básicos de las relaciones entre países, política de hechos consumados, intimidación por la fuerza, inaceptable alteración del statu quo, etc., prescribiendo como tratamiento a esta alteración en el cuerpo de Europa una serie de sanciones contra funcionarios rusos y el bloqueo de sus cuentas en EE UU, represalias diplomáticas, comerciales, la exclusión de Rusia del G8 y otras medidas.
Y esto lo dice y propone el presidente de un país que ha impulsado innumerables golpes de Estado para imponer dictaduras militares en países de lo que ellos llaman su 'patio trasero', ha invadido naciones soberanas y de forma brutal simplemente para capturar a un dictador que había dejado de ser sumiso al tío Sam (Panamá, 1989), ha entrado a sangre y fuego en un país por 'error', al creer que poseía unas inexistentes ADM.... tal 'error' costó ríos de sangre, incluyendo la del invasor, y una destrucción sin límites hasta la fecha (Irak, 2003), ha despreciado el Derecho Internacional una y mil veces, ha boicoteado el Tribunal Internacional de la Haya protegiendo a los delincuentes norteamericanos, mantiene un limbo jurídico de arbitrariedad, torturas y desprecio absoluto de ese mismo Derecho Internacional que ahora invoca en Guantánamo, ha utilizado a mansalva armas químicas de destrucción masiva en Vietnam y Laos (en este caso muy reales y que siguen causando miles de víctimas a día de hoy), ha practicado y practica el espionaje indiscriminado a jefes de Estado extranjero y sus países, (ni siquiera se libró de estas acciones ilegales el teléfono móvil de la canciller alemana Angela Merkel).....................
Estados Unidos habla de respeto al Derecho Internacional, ¡qué fuerte! Tío Sam, ¿estás de coña?