LA GRAN PERSECUCION !!
Como todas las grandes cosas, el tabaco ha sido (y es actualmente) tenaz y cruelmente perseguido. La acusación de peligroso veneno, salio de Francia (s.XVI). Fué el primer grito de persecución. Todas las Casas Reales de la época se apresuraron a decretar las medidas coercitivas más rigurosas, amenazando a los adeptos con los castigos más horribles:
- La Reina Elisabeta mandó confiscar pipas y tabaqueras, que eran entonces de una valor intrínseco alto.
- El gran Duque de Moscovia amenazó a los fumadores con la PENA DE MUERTE.
- El papa Urbano VIII excomulgo a los que tomaban tabaco en la iglesia.
- Amurat IV de Persia, ordenó que SE CORTASE LA NARIZ al que absorviese aquella asquerosa droga, lo que era pagar caro el polvo de rapé.
- Y en Londres se impuso la DECAPITACIÓN al que fumase en pipa.
- Jacobo I de Inglaterra escribión su "Misocapnos" (Odio al humo) a lo que los Jesuitas publicaron un "Anti-Misocapnos" en el que la defensa era mucho más brillante y lógica que la acusación del monarca ingles.
Sin embargo, nada surtió el esperado efecto. Animosos, aguerridos a la lucha, los fumadores seguian fumando más que nunca, despreciando las amenazas, riendose de los castigos, y la persecución sirvió tan solo para aclimatar y extender el uso que se quería extirpar.
DE LA PERSECUCION A LOS IMPUESTOS !!
El primer dirigente en aplicar otros "castigos" al uso del tabaco fué Richelieu, que tuvo uno de sus primeros rasgos de genio en 1.621 al grabar con impuestos al tabaco.
Las cortes aprobaron en España igual impuesto en 1.636, y las demás naciones no tardaron en seguir este sistema que si atacaba el bolsillo de los contribuyentes, de un modo indirecto, dejaba intacta la libertad individual.