La simbología masónica del acto es palpable.
Primero y más evidente, es el símbolo del
círculo y el punto. Símbolo egipcio del Dios Ra y símbolo alquímico del oro.
El Círculo y el Punto, entre los masones simboliza también a
San Juan Bautista y a San Juan Evangelista, cuyas festividades coinciden con el solsticio de invierno y de verano.
El círculo suele dibujarse entre dos líneas verticales, que representan a
Moisés y a Salomón. Curiosamente, si vemos desde arriba el Palacio Real orientado hacia el norte... quedan dos líneas verticales a los lados. Estas 2 también pueden simbolizar las columnas a la entrada del Templo de Salomón, símbolo heredado de la cábala judía. Simbolizan las dos fuerzas del mundo, como la luna y el sol.
Luego está el
pebetero. Los masones de grados más altos veneran a Lucifer, cuyo nombre interpretan en el sentido etimológico de
"Portador de la Luz", convirtiéndolo en una especie de Prometeo que trae el fuego a los humanos, liberándonos de la "tiranía" divina. Así, la ofrenda de flores a las llamas tiene un significado muy concreto. Además, en la masonería
el fuego es elemento destructor y renovador, que simboliza la vida, ya que ambos, según ellos, para alimentarse necesitan otras vidas. Curioso la simbología de ofrecer unas vidas al símbolo de Lucifer. Siendo las
rosas blancas, símbolo de pureza, están entregando simbólicamente esas vidas al fuego. Siendo el punto del
círculo (la llama) la representación del individuo, es curioso que eligan poner un fuego, símbolo de Lucifer, el más individualista de los seres. Estaban ofreciendo las víctimas al fuego, que representa la vida. Es interesante que la representación de Lucifer sea representación de la vida, una vida que necesita consumir otras.
Y luego está
el Ara,
el Altar masónico.
Y por último,
El Ara, utilizado para ritos masónicos en los que se presentan juramentos o promesas. Simboliza el punto de comunión con el
Gran Arquitecto del Universo. Curioso que se esté hablando al pebetero.