Tendrá lugar el 23 de marzo en Barcelona y acudirán organizaciones internacionales
La primera protesta contra el cierre programático de las centrales nucleares en España ya tiene fecha y lugar. Será en Barcelona el próximo 23 de marzo. Lo preparan de forma minuciosa el grupo de ecologistas Econuclear, que está liderado por los catalanes Marc Altés y Guillem Sanchis, que decidieron hace unos meses dar un paso al frente al apreciar que el fin de la nuclear se iba aproximando y que nadie del sector se organizaba para evitarlo. «Tradicionalmente el sector nuclear no está acostumbrado a movilizarse, y eso es lo que tratamos de cambiar para que podamos hacer mucho ruido», sentencia Altés, en una entrevista con este periódico.
El grupo ecologista busca movilizar «no solo a organizaciones y personas afines a la causa sino además a los trabajadores de las centrales nucleares y a aquellos vecinos que se van a ver afectados económicamente por el cierre de las centrales nucleares». Altés pone como ejemplo el cierre de una fábrica de coches. «Si se anunciase su cierre, veríamos a todos los trabajadores en la calle manifestándose».
Uno de los escollos que tienen para conseguir que la manifestación sea un éxito está precisamente en los sindicatos tradicionales. «Los sindicatos muy grandes, como UGT y Comisiones Obreras, abarcan temas muy grandes. De la misma manera que representan a los empleados de una central nuclear también lo hacen con los trabajadores de una central de gas. Si se posicionan mucho por defender la energía nuclear, los sindicatos de las otras tecnologías se pueden enfadar. Así que donde no pueden llegar ellos, queremos estar nosotros, que no tenemos ningún tipo de compromiso con nadie».
Sobre la posible participación de la protesta, Altés se mantiene cauto. «Aún es muy prematuro porque aún la estamos preparando y convocando. Pero como mínimo ya tenemos a cincuenta personas. Aún así esperamos muchas más porque además nos están apoyando organizaciones pronucleares internacionales, que se han comprometido en venir a esta primera manifestación. Esto ya existe en otros países, el problema es que en España llega muy tarde. Tenemos los ejemplos de Estados Unidos, con ‘Stand Up for Nuclear‘ y de Alemania, con ‘Nuclearia‘».
La singularidad de esta protesta es que va a ser la primera a gran escala en la historia de España. «Hubo una en 2007 en Garoña (Burgos) pero fue muy local y no tuvo apenas repercusión mediática. A efectos prácticos solo ha habido esa manifestación, pero nada más. Nuestra idea es que esta vez sea muy genérica, con personas que procedan de más sitios y donde se estimulen más campos. La vamos a hacer muy vistosa, vendrán medios de comunicación y ofreceremos conferencias con personas relevantes del sector nuclear», comenta Altés. Por otro lado, confirman la participación de políticos pero que no acudirán en representación de sus partidos.
Preocupación de trabajadores
La asociación ya ha analizado la situación del sector. «Estamos intentado llegar a los sindicatos de Almaraz (Cáceres), y también tratando de contactar con los alcaldes, que esto es un tema importante por lo que significa una central para todo un pueblo. Lo que nos cuentan y lo que nos estamos encontrando es, por un lado, una gran preocupación por este tema y por otro como una batalla perdida, y por eso cuesta movilizarlos. Muchos se desconectan, como si a ellos no les afectara. Por ejemplo, los de Almaraz están muy preocupados porque serán los primeros, pero los de Ascó (Tarragona) no tanto. Y eso es una tontería porque en unos años les tocará a ellos», sentencian desde la asociación.
Un histórico aliado de los movimientos de protesta han sido los estudiantes, que de forma solidaria siempre han sido muy combativos en este tipo de luchas. Un objetivo en el que la asociación tiene puesto el foco para penetrar. «Los más antinucleares son precisamente la generación que vivió la Guerra Fría, con todo el tema de la guerra nuclear. Los jóvenes no son tan reacios, es mas muchos son pronucleares. Queremos acercarnos al mundo universitario no solo con un objetivo activista sino también divulgador. La energía nuclear atrae mucho porque es como magia muchas veces», añade.
Desde la asociación preparan ya el terreno para su puesta de largo: «Observamos mucho interés de muchas personas que quieren participar y dar la batalla. Lo que no puede ser es que se acaben cerrando las centrales y nadie haya movido un solo dedo ni lo haya intentado. Hay que ponerlo lo más difícil que se pueda».
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