Italia, a levantarse pasando por su historia
Thiago Motta, Giampaolo Pazzini, Andrea Ranocchia. Por fin da gusto ver que la selección italiana puede contar con jugadores procedentes del Inter, el equipo del Triplete que no tuvo a ningun nacional en la plantilla de Lippi en el último mundial de Sudáfrica.
El nuevo curso de Cesare Prandelli abrió las puertas de la azzurra a los jugadores naturalizados, con el interista italobrasileño como nuevo gran representante de la categoria, tras la convocatoria de su compatriota Amauri y del argentino Ledesma. En Italia ya se abrió el debate sobre la necesidad de tener en la selección a jugadores procedentes de otros países, algo que ya pasó con Mauro German Camoranesi, que se convirtió en campeón del mundo en 2006 y con el ejemplo más eclatante de José Altafini, que ganó el mundial con Brasil en 1958 antes de pasar a la azzurra. Queda claro que en el fútbol, como en el mundo moderno, es muy limitativo que la apartenencia o no a un país sea certificada nada más que por unos papeles. Creo que sentirse parte de algo es mucho más que eso.
Thiago Motta por ejemplo creció en Brasil y se formó futbolisticamente en España con el Barcelona, pero sus padres son originarios de un pueblo de Rovigo y se puede decir que maduró en Italia, tras las experiencias en el Génoa y luego en el Inter. Motta se puede considerar italiano, tanto como Daniele De Rossi o Mario Barwuah Balotelli. Lo que más importa es que Italia se levante y salga del charco en el que se ha metido. El amistoso contra Alemania es uno de los partidos que ponen la piel de gallina. Es imposible no recordar la increible semifinal Italia-Alemania 4-3 del Mundial de México 1970 en el estadio Azteca, algo que los apasionados de fútbol dicen casi como un refrán, con los ojos que se humedecen.
En Dortmund, los recuerdos se mezclarán a los de otra semifinal, la del Mundial alemán de 2006 con la victoria de los de Lippi por 2-0 antes de levantar su cuarta copa del Mundo en Berlín en el choque contra Francia. Esta vez no se juega la final de un Mundial, pero la victoria de prestigio podría ser como el pan para los de Prandelli, que aún buscan su identidad. El ex técnico de la Fiorentina apostó por un equipo joven con la incorporación de Giovinco y Astori y donde aparece por primera vez el nuevo crack del Calcio, Alessandro Matri, que lo hizo muy bien con el Cagliari pero consiguió su primera convocatoria tras fichar por la Juventus. Los problemas sin duda no serán en la delantera donde sin el lesionado Balotelli, el seleccionador puede elegir entre Matri, Giuseppe Rossi, Marco Borriello y los ex mellizos del gol Pazzini y Cassano, que después de compartir el mismo destino en la Sampdoria, ahora luchan con los equipos rivales de Inter y Milan para hacerse con el Scudetto.
A las novedades se acompañan algunas vueltas significativas como la de Gianluigi Buffon en la portería, que será el capitán y de Alberto Aquilani, el ex romanista que volvió a su nivel y manda en el centrocampo juventino, que por la baja de Pirlo, podría volver a jugar junto a Daniele De Rossi.