por Midnight » 16 Dic 2022, 23:57
Por fidelidad, obviamente, voy por Argentina. Aunque no desconozco que Francia tiene más poder de fuego en general, y las posibilidades van más de su parte.
Pero en definitiva, va a ganar la selección que cometa menos errores, aproveche exitosamente los errores del rival y tenga suerte. El escenario óptimo es un rival que maneja estas tres variables. Su victoria está asegurada. Es la victoria del virtuoso. Si no maneja ninguno de los dos primeros factores, la suerte le será muy adversa y la derrota estará asegurada. Si comete menos errores, pero no sabe aprovechar los errores del rival, las posibilidades de derrota serían altas también. Podría darse tranquilamente la situación de que venza el menos malo, es decir, la victoria del mediocre. Si comete más errores, pero el rival no los aprovecha, ocurre lo inverso: la suerte aumenta, porque un factor que favorece cualquier victoria, es un enemigo torpe que no sabe aprovechar los errores del rival. Este escenario es la otra cara de la victoria del mediocre. Tengo que agregar que en Francia estoy notando, al menos yo, que hay mucha individualidad, mucho divismo, y eso puede ser un factor muy debilitante en una selección: lo sufrió la Argentina en el pasado, y le costó caro. Tener poder de fuego con esos factores divisivos puede ser un problema. A eso se le suma el "virus del camello", que se ha cobrado algunos jugadores. Como siempre, en el fútbol hay imponderables de toda categoría.
De mi parte, estoy contento con el desempeño de la selección argentina, independientemente de si gana o pierde el domingo. Mi objetivo mínimo era que llegasen a cuartos de final, y lo cumplieron holgadamente: ya han corroborado lo que son, una gran selección, pese a quien pese. Además, otra cosa que esta selección ha logrado es que a pesar de los resultados, el público argentino la estime, porque disfruta verla jugar, y disfruta aún más ver el compañerismo existente entre sus miembros, especialmente entre Julián Álvarez y Messi: el sueño confeso de Álvarez era jugar con Messi, y lo cumplió. No es poca cosa en un país de sueños rotos, y eso se estima tanto o más que una copa del mundo. Por otro lado, y es otra cosa que no se le ha pasado por alto a ningún argentino, independientemente de las opiniones innobles vertidas a diestra y siniestra, es que la selección argentina demostró ser eficiente, sin ser descollante; ser tenaz, lo suficiente como para superar los problemas planteados por cada encuentro; tener espíritu de cuerpo, evidentemente demostrado en la camaradería de sus integrantes; un mando firme, transparente, discreto, ejercido por alguien trabajador, modesto y medido, en sus acciones y declaraciones. En otras palabras, es la metáfora de un modelo de país deseado, en una Argentina muy lejana de esas características. Una metáfora que también demuestra cuán lejos se puede llegar como colectivo nacional, si se las tuviera. Todos estos factores están pesando incluso más que la propia copa del mundo: a estas alturas, la copa es accesoria, y se logra obtenerla será un condimento adicional, pero los efectos del mensaje que la selección envía a casa, son insoslayables. Muchos ven que para la Argentina, este mundial es "dramático" o lo vive "con otra intensidad", incluso con manifiestos dejos de desprecio o suponiendo que es una actitud frívola. Es obvio el por qué, sólo los alaridos foráneos no permiten entenderlo ¿Se imaginan una selección victoriosa regresando a casa con la copa? ¿qué ocurrirá si quieren medrar políticamente con eso y la gente lo nota? ¿toleraría que una selección que ha dado buen ejemplo se vea manchada por quienes que nos condenan? la misma situación se daría si regresa sin la copa, porque se los recibiría como merecen. Gane o pierda la selección, cuando este mundial termine, y cuando surjan algunas reflexiones de él, de muchos que han ido a Catar, y de quienes lo hayan visto, en el poder tendrán problemas: este mundial, solo le genera derrotas. Pensaron que era un distractivo y fue un peligroso mes de reflexión, y peor aún, de ejemplo.
Por otro lado, más deseo que la copa la gane Messi que la propia Argentina; ha sido alguien que mantuvo la fidelidad a la selección de manera inclaudicable, incluso cuando un montón de miserables frustrados en tierra propia lo trataron pésimamente, dudando de su fidelidad a la selección o al país, exigiéndole más que a un político, y castigándolo con el tenor que deberían castigar otros asuntos mucho más importantes que una copa del mundo, comparándolo con alguien como Maradona, cuando semejante comparación era una calumnia. Alguien que ha mantenido ese espíritu con 15 años de todo ese bombardeo infame, injurioso, sobre su persona, me parece que merece retirarse con esa recompensa. No me importa que Maradona haya ganado una copa del mundo. Sus sombras son mucho más negras y prolongadas que sus méritos. Para mí, Messi ya es mejor que él, en todo aspecto y sentido, con o sin copa. Y ha dejado mucha más contribución al país que su talento en el fútbol. De allí que lo estime, algo que es difícil para mí en un futbolista. Ha sido y es un gran embajador de nuestro país, y eso no se lo quita nadie.
En fin, a esperar al domingo, y contener el aliento por dos o más horas.