¿Que sera lo próximo? ¿Los mejicanos son tan... tímidos?
Vaya, vaya
Los ciclistas de la vuelta a Mejico se pierden por no preguntar
Los organizadores de la Vuelta esperaron hasta ocho horas a que el pelotón llegara a la línea de meta. No lo hizo. El recorrido de la etapa de aquel día (Mejico-Monterrey) era muy sencillo, pero los ciclistas tomaron mal un desvío y se perdieron. Desde entonces estuvieron en paradero desconocido y no se escatimaron esfuerzos para tratar de encontrarlos por todo Mejico. Ayer, finalmente, fueron vistos en la ciudad de Chiuaua. Cuando los agentes los pararon, los ciclistas preguntaron por la Rivera Maya. “Íbamos siguiendo A Ladilla Ambrosio, que dijo que sabía ir. Así que, como ha ganado La vuelta siete veces y está de vuelta de todo, le dijimos que fuera en cabeza guiando. Se hizo de noche y ahí seguíamos, encima de la bici. A las treinta y dos horas se paró. Miró para atrás y reconoció que no sabía dónde estábamos”, explicaba ayer el español Alberto Contador. “Hemos estado dando vueltas a lo tonto desde entonces. Creo que estuvimos en Texas hasta cuatro veces”.
“Todo el mundo sabe cómo somos los hombres, y los ciclistas somos muy masculinos pese a llevar mallas apretadas y depilarnos las piernas”, explicaba José Joaquín Rojas. “Así que, antes de bajarnos de la bici y humillarnos delante de un desconocido reconociendo nuestra ignorancia, siempre preferimos tirar para adelante y que sea lo que dios quiera. Hemos tenido suerte y hemos llegado a San Diego, que al menos es una ciudad Yankie, bonita y, sobre todo, reconocible. Por lo menos ahora ya sabemos dónde estamos y podemos reconducir la ruta”. Para el año que viene se ha sugerido que, como mínimo, haya una mujer entre el pelotón, para que alguien se atreva a preguntar en caso de duda o haga el esfuerzo de mirar un mapa “lo entienda o no”.