Un Hogar para Natasha Van Pelt

por **Sparrow** » 03 May 2013, 20:10

Un Hogar para Natasha Van Pelt

por: Sparrow

Era un día tan simple que me asombraba que todo estuviera bien. Creo que demasiado bien y pido perdón por tan gran disparate. El mar estaba perfecto, las olas se mecían con gracia y precisión y sin prisa alguna. Las gaviotas en manadas adornaban con su graciosa presencia la playa la cual estaba totalmente solitaria. El clima excelente ofrecía la oportunidad de un buen chapuzón. Salvo que yo detesto nadar ya a estas alturas de mi vida pues viví prácticamente toda una vida en un portaaviones. No me privo de una caminata por la costa pues el ejercicio y el aire marino es una magnifica combinación para el relajamiento de la mente y el espíritu. También es gratificante ver las chicas en sus espectaculares bikinis los cuales mis ojos no dejan de mirar, pues los ojos nunca se cansan de mirar.

Mi nombre es Kent Cougat y estoy próximo a la jubilación de mi trabajo como agente del orden publico. Mi entrenamiento militar me ha permitido ser bueno en mi trabajo. Muy feliz de retirarme con una hoja de servicio impecable. Ya solo dedico el tiempo a leer buenos libros, ir al cine, sacar fotos, gimnasio los cuales son mis pasiones. No creo en los misterios y cosas tenebrosas no me hace lógica alguna. Pero ya en la semana que llevo aquí en Hawai me ha pasado algo muy extraño lo cual nunca olvidare. Hace ya una semana atrás caminaba esta misma playa. Se me antojo tomar agua de coco lo cual procedí a ir a un kiosco donde los vendía muy fríos y listos para tomar. Tome mi coco y seguí caminando la orilla. De momento tuve que detenerme pues un pequeño grupo de cangrejos jugueteaban entre ellos y les di espacio para que pasaran a salvo.

Aproximadamente a las 5:00 de la tarde ya de regreso a mi hotel, mire a la distancia lo que parecía ser una persona recostada de una palma de coco. Me di prisa y hasta corrí para acercarme rápidamente. Era una chica de algunos 40 años la cual trataba de recuperar el aliento. Al ya estar cerca abrió sus ojos pardos y me miro. Al mismo tiempo le mostraba mi placa.

-Tranquila, soy el detective, Cougat. Kent Cougat
-Tengo sed, por favor
-Tenga beba es agua de coco aun no lo he probado
-Gracias, muchas gracias

Después de haber ya calmado su sed, la ayude a levantarse. Ya la tarde prometía ser una muy fría y le puse mi saco pues ella solo andaba en un bikini blanco. Camínanos despacio hasta regresar al lobby del hotel.

-¿Tiene hambre señorita?
-Pues si tengo hambre.
-Vayamos pues a comer pues ya también tengo hambre
-Bueno todos los humanos tienen un nombre. ¿Verdad?
-Perdón no me he presentado propiamente, mi nombre es Natasha Van Pelt.
-Srta. Van Pelt ordenemos de comer
-Por favor llámeme Natasha
-Solo si usted me llama Kent

Ambos soltamos una carcajada, se veía preciosa al reír y me encantaba que estuviera tranquila y segura conmigo. Comimos y estuvimos platicando no se cuantas horas pasaron. La acompañe a su habitación y le dije que me devolviera el saco mañana no tenia intenciones de verle en bikini, me hizo sentir un todo un caballero.

-Kent, no piense mal de mí, pero no quisiera dormir sola hoy. El día ha sido muy pesado. Milagrosamente ha terminado muy tranquilo en su grata compañía. Tampoco busco aventura me siento segura con usted.
-Esta bien, venga conmigo son unos pisos mas arriba.

Espere en la puerta unos 5 minutos, ella regreso con una pequeña valija. Subimos en silencio y le ofrecí mi dormitorio y yo pues estaría en sofá el cual era espacio y cómodo. Pero no para mi 1.95 metros de estatura. No se por que razón ya avanzada la noche, me asome en la habitación pues por mi intuición de policía me dio las sospecha de que algo no estaba bien. La habitación estaba iluminada con una extraña luz la cual no me resultaba ni natura y tampoco artificial. Vi muchos pequeños puntos negros suspendidos en el aire. Ella despertó y al mirarme sus ojos estaban muy azules como el cielo. Se levanto con calma.

-Kent, por favor no temas, todo tiene una explicación
-Supongo que si.

Respire una bocanada de aire para tratar de asimilar lo que estaba pasando en esos momentos.

-Kent, no piense que esta loco
-Ok, después de haber visto iluminada la habitación, sus ojos pardos convertirse en azules. Esos puntos negros suspendidos. Después de haber visto todo eso creeré cualquier cosa.
-No soy terrícola, he sido desterrada de mi planeta y aquí es donde debo vivir. Tendrás muchas preguntas pero la iré respondiendo con el paso de tiempo. Ahora me urge que mis lunares vuelvan a mi lugar. Por favor ayúdame.
-¿Qué tengo que hacer?
-Solo bésame y los lunares volverán cada uno a su sitio. Es lo que necesito para poder habitar en la tierra.

De alguna forma supe que me decía la verdad. De manera que accedí a besarle. Ella descubrió su piel y solo quedo en su ropa interior. Me acerque despacio, ella tomo mis manos. Le bese y deje los ojos abierto, pues quería ver que sucedía. Todos los lunares comenzaron a posar en diferentes partes de su piel. Cerré los ojos y ella se aparto lentamente.

-Mira Kent ya están en su lugar. Gracias
-De nada

Mire los lunares estaban ubicados en sus espalda, brazos, cuello, y uno muy particular en el pómulo izquierdo. Ella lucia radiante, feliz y lista para ir a Australia el lugar que ella había escogido para vivir. Allá seria Profesora de Matemáticas.

-Ya debo irme Kent, eres un hombre maravilloso, cuando me vaya no recordaras nada.
-Por favor, quiero recordar no le diré a nadie, será un secreto.
-Esta bien lo hare así.

Nos dimos un largo abrazo y la habitación comenzó a oler a jazmín. La lleve al aeropuerto y le vi desaparecer entre la multitud. La vi cruzar la zona de inspección y curiosamente sus ojos eran otra vez pardos. Me monte en mi coche y mientras alineaba el espejo retrovisor. Me acerque a mirarme de cerca, y una carcajada broto de mi ser. Tenía un lunar en el pómulo izquierdo. Vi una pequeña nota que decía, el lunar es un regalo para que nunca me olvides. Firmaba la nota Natasha Van Pelt. Desde entonces mi casa tiene el olor a jazmín noche y día. Nobody knows, she is the most gorgeous allien ever.