Hubo un tiempo en que la rebotica era lugar de reunión de intelectuales, creo que por ahí anduvo Valle Inclán, Emilia Pardo Bazán (de visita) y otros. Gente que se fijaba en el pueblo para escribir, que discutían de arte, de literatura de las nuevas tendencias que les llegaban a través de revistas a las que estaban suscriptos y que entre café y licores se les venía la madrugada encima.
En la postguerra la rebotica se convirtió en algo que nadie mencionaba, donde se juzgaba a personas del pueblo y se decidian sobre su vida y su muerte.
"La Trastienda", así la llamaban los vecinos del lugar y cuando la nombraban se hacia en susurros por el miedo que suscitaba. Nadie quería que su nombre fuese citado en ese maldito lugar en el que nunca ellos habían tenido cabida.
De ahí salieron nombres de personas que luego aparecían asesinadas en las cunetas en las madrugadas, de niños que fueron a vivir con padres que no podían serlos, de mujeres que quedaban solas y eran presas fáciles para los que no pueden prescidir de ellas.
Esa costumbre, la de reunirse en la trastienda se fue perdiendo con el tiempo, aunque hay muchos que todavía sin que nadie excepto los participates, selectivamente escogidos lo sepan, las siguen manteniendo.
En la trastiendas se cuecen y recuecen muchas patatas, se inventan historias que pueden o no ser publicadas, se juzga como en la postguerra y a veces hay intentos de ajusticiamiento, la mayoría de las veces acaban en fallidos, sobre todo, porque el nivel es bajo, no el de crueldad, que parece suficiente, sino el de coordinación e inteligencia.
Después están los que no saben nada de ellas, los que son utilizados como conejillos de indias para seguir con el juego, éstos podrían mantenerse al margen, pero les tienta la diversión y participan, si no lo hicieran, las trastiendas no tendrían razón de ser y tendrían que ser cerradas, por eso es necesario contar con personas ajenas a ella, que hagan los juegos más divertidos. En realidad es como un juego de rol, donde se apuesta que hará aquél que no ha estado en los juegos que se organizan en la trastienda y al que se le va a dar una información taimada, enrevesada e imposible de desentrañar.
Siempre pensé que se trataba de un juego que solo era divertido para los participantes, que los meros espectadores se aburrían y los que ellos elegían como protagonista de sus juegos, no disfrutaba de ellos, no quería jugar lo hacía a la fuerza, otros habían decidido por él su papel y su destino ya estaba decidido.
Juegos peligrosos o simplemente para pasar el tiempo. Casi siempre acaban mal, porque el lider, cada vez exige más a sus acólitos, el nivel de diversión debe ir increcendo, es la única manera que el juego siga siendo adictivo y la trastienda perdure.
Nadie quiere ser protagonista de la trastienda, pero no depende de él o ella, son escogidos por el que la dirige con meticulosidad una vez conocidos sus puntos débiles, él es que gestiona quien será la próxima victima.
Necesito verte sufrir, tanto como ver amanecer...
Video desde : www.youtube.com
Ayer paso una cosa