El régimen responde así a las “hostilidades de Estados Unidos”, y amenaza con una “respuesta de mayor intensidad”. Obama tacha el ensayo de “provocación”.
Corea del Norte planta cara al mundo con una nueva prueba nuclear. Kim Jong-un cumple así su promesa de acelerar la nuclearización del país, tal y como advirtió tras acceder al poder tras la muerte de su padre, en diciembre de 2011.
Pyongyang confirmó ayer que había realizado una tercera prueba nuclear y que había resultado un “éxito”. El régimen comunista alegó que se trataba de una “contramedida práctica para defender la seguridad y la soberanía del país frente a las brutales hostilidades de Estados Unidos”, a quien tacha de su “enemigo jurado”. Corea del Norte acusa a Washington de la nueva ronda de sanciones que impulsó en diciembre del pasado año en el seno del Consejo de Seguridad de la ONU, tras el lanzamiento norcoreano de un cohete de largo alcance con capacidad nuclear.
El inquilino de la Casa Blanca ha recogido el guante y ya se ha referido a la nueva prueba atómica como un “acto altamente provocativo”, además de criticar que el país asiático “viola las obligaciones que le imponen numerosas resoluciones del Consejo de Seguridad”. Barack Obama ha lanzado una
velada advertencia a Pyongyang al insistir en que es “firme nuestro compromiso de defensa de nuestros aliados en la región”, en referencia a Corea del Sur. Incluso ha prometido un aumento de la presencia militar estadounidense si continúan los test nucleares.
El régimen comunista ha lanzado un órdago y no quiere que se pase por alto. El Ministerio de Defensa de Pyongyang ha alertado que “a diferencia de las pruebas anteriores de 2006 y 2009), la presente fue de mayor nivel y se realizó de manera segura y perfecta usando una bomba atómica pequeña y ligera, pero con alto poder explosivo”. La tensión en Extremo Oriente se ha disparado, y la base militar norcoreana de Punggye-ri es el epicentro del huracán y prueba de “las excelentes capacidades del poder disuasorio nuclear” del país, según un comunicado del régimen. Como broche final, Pyongyang amenaza con “una segunda o tercera respuesta de mayor intensidad” si Washington sigue “complicando la situación”.
La Comunidad Internacional ha criticado este último ensayo atómico, exigiendo aún más sanciones.
Publicado en La Gaceta el 13 febrero de 2013. www.lagaceta.com