Panzer IV
Moderador: Blackneis
El camuflaje en tres colores
(1943-1944)por Anyonio Martín y Juan A. Alonso
Después del primer invierno en el frente oriental la guerra empezaba a tomar otro cariz para las hasta entonces invencibles divisiones Panzer. En la primavera de 1942 la guerra relámpago ya era cosa del pasado y la ocultación de las propias fuerzas al enemigo se convirtió en un asunto necesario. En las abiertas estepas rusas, en las que los vehículos operaban expuestos durante largos periodos, el color gris panzer se reveló como poco adecuado para esta tarea de ocultación. Muchas unidades empezaron a usar durante este periodo un sistema de camuflaje consistente en la aplicación de gruesas bandas o manchas, en forma de nubes, de color verde oscuro sobre el color gris oscuro de base.
El origen de este color verde oscuro no parece muy claro y pudiera ser pintura capturada a los soviéticos o algún color utilizado por la Luftwaffe, aunque probablemente el arma aérea alemana sufriera sus propios problemas de avituallamiento.
En cualquier caso, debido a las limitaciones del color gris panzer, el alto mando alemán decretó en la orden HM 1943, número 181, de 18 de febrero de 1943, la utilización de un sistema de camuflaje en tres colores, amarillo oscuro (RAL 7028 Dunkelgelb, también llamado color arena en muchas publicaciones), verde oscuro (o verde oliva, RAL 6003 Olivgrün) y marrón chocolate (RAL 8017 Schokoladenbraun). Según la normativa oficial, los vehículos debían ser pintados en las fábricas de color amarillo oscuro uniforme y ser enviados a las unidades de esta forma. Los colores verde oscuro y/o marrón rojizo debían ser aplicados por las propias unidades de forma que el resultado final fuera el más adecuado al tipo de terreno en el que se tuvieran que desenvolver. Según la misma normativa, los vehículos ya en el frente debían ser repintados de color amarillo oscuro y camuflados con los otros dos colores de la manera más conveniente. El nuevo color base también debía aplicarse sobre las lonas de camiones, automóviles y otro equipo, mientras que las piezas pequeñas, radios, herramientas, etc., seguirían en su color original.
Las pinturas se suministraban a las unidades en latas de 2 y 20 kilos como una pasta que podía ser diluida con agua, aceite o gasolina. En caso de ser necesario, la pintura podía ser eliminada cepillándola con gasolina. Aún cuando todos los nuevos vehículos fueran pintados de color amarillo oscuro en las fábricas también se suministraban latas de este color a las unidades para posibles repintados y retoques. La aplicación de los colores debía hacerse a pistola, mediante un equipo del que estaban dotadas todas las unidades. De no ser esto posible, se autorizaba la utilización de pincel o brocha. Existían tablas que indicaban la cantidad de pintura necesaria para cada tipo de vehículo, a efectos de solicitud de suministros por las unidades.
Hasta aquí de nuevo las órdenes. Sin embargo, para regocijo de los modelistas actuales, y supongo que para pesadilla de los burócratas militares alemanes de la época, este sistema en la práctica dio lugar a un sinnúmero de variaciones y desviaciones de la norma. Como siempre en una guerra, las circunstancias mandan, y el camuflaje puede llegar a ser la última de las preocupaciones para un carrista envuelto en durísimos combates.
En primer lugar, pese a que la orden data de febrero de 1943, los vehículos no cambiaron su color de la noche a la mañana. Las fábricas de vehículos empezaron a usar el nuevo color base a medida que la nueva pintura estuvo disponible. Así, algunos vehículos fueron pintados de color amarillo marrón antes de febrero de 1943 y otros solo lo fueron tiempo después.
Los vehículos en combate en el frente seguían con su color gris panzer hasta que había suministros y tiempo para su repintado... si es que lograban sobrevivir hasta entonces. En ocasiones, en vez de ser completamente repintados, se les aplicaba el nuevo color amarillo marrón como un camuflaje sobre el antiguo gris panzer.
Asimismo, los nuevos vehículos que llegaban en color amarillo marrón no eran camuflados en ocasiones por las mismas razones, siendo a veces destruidos antes de tener la ocasión de hacerlo. Las nuevas pinturas de camuflaje y el equipo para aplicarlas correctamente se encontraban en las más bajas posiciones de las listas de prioridades de los hombres en el frente, después de gasolina, municiones, comida, suministros médicos, ropa adecuada...
La normativa se cumplió con relativa exactitud en aquellas unidades retiradas temporalmente del frente para reavituallamiento, o de nueva formación en periodo de entrenamiento. También en las unidades no involucradas en combates de primera línea (unidades de ocupación, de policía o antipartisanas). En todos estos casos, los mandos y tropa disponían del suficiente tiempo y tranquilidad como para dedicarse a cumplir las órdenes en un aspecto tan secundario como éste. A veces, el gusto de los comandantes de las unidades, incluso a nivel de compañía, marcaba diferentes estilos de camuflaje. De hecho, no es infrecuente encontrar en el mismo batallón panzer, que las diferentes compañías aplicaban camuflajes diferentes como medio de reconocimiento. Así por ejemplo, la division panzer SS "Wiking" pintaba sus panthers de la segunda compañía con un camuflaje de bordes duros y rectos de tipo astillado. Mientras las otras compañías aplicaban las manchas de manera más difusa, y en especial, la cuarta compañía aplicaba un curioso motivo en los faldones laterales.
La forma de aplicación también contribuyó a variar en gran medida los resultados. Algunas unidades podían reservar parte de su provisión de gasolina para ser usada como diluyente de la pasta, obteniendo resultados cercanos a la "idealidad". Otras sin embargo no podían prescindir de esta cantidad del precioso combustible, de modo que las pinturas se aplicaban al agua y eran desgastadas rápidamente por agentes atmosféricos como la lluvia o niebla. Incluso se utilizó aceite de motor usado como disolvente.
El grado de dilución de la pasta también afectaba considerablemente a la tonalidad. Las pinturas muy concentradas resultaban en colores más oscuros (verde muy oscuro o marrón chocolate de tonalidades violáceas). La excesiva dilución conducía a tonos más claros (verde claro guisante o marrón rojizo claro). El método de aplicación, pistola de aire, brocha, incluso escobas y matojos o la habilidad del encargado de la pintura también llevaba a apariencias diferentes. Por todas estas razones no es posible hablar de tres colores estándar, perfectamente definidos y correctos. Incluso según el fabricante de la lata en cuestión, el color podía ser ligeramente diferente. Es estéril pues enfrascarse en discusiones acerca de la corrección o incorrección de los colores sobre la maqueta de un tanque alemán de este periodo (dentro de unos ciertos límites, claro está). Los propios fabricantes de pinturas para maquetas no coinciden entre sí en los tonos exactos, y es dificilísimo juzgar cual es más "correcto" que otro.
Para el camuflaje de algunos vehículos producidos en Checoslovaquia, especialmente el Jagdpanzer 38(t) Hetzer, fueron utilizadas pinturas checas de preguerra. Así, se utilizaron también tres colores similares a los estándares alemanes, pero la tonalidad de los mismos es bastante diferente.
http://www.panzernet.com/articulos/referencia/camuflajes/tricolor_amja.htm
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