eran tan hábiles con la Honda que los romanos tenían que proteger sus barcos con cuero por que los honderos se los hundían a pedradas...
en el campo de batalla tampoco se dejaron dominar, la mejor solución que encontraron tanto griegos como romanos fue contratarlos como mercenarios ya que se prestaban a ello...
creo que lucharon junto a los romanos en la galia.
Las Gimnesias es cómo se denomina las dos más grandes islas de las Baleares: Menorca y Mallorca.
Así es como denominaban los griegos a las islas habitadas por los talayóticos. Los griegos reclutaban a los honderos mallorquines y menorquines por formar sus tropas ligeras, que las denominaban gimnetas (gymnos, en griego significa desnudo) aludiendo no tanto a la completa desnudez, sino a la ausencia de equipo militar comparado, por ejemplo, con los hoplitas, de armamento pesando. Por lo tanto, y según los autores clásicos como Licofront, las islas de los gimnetas no podían recibir otro nombre que el de Gimnesias.
Los honderos de Menorca, según algunas crónicas clásicas, eran instruidos desde niños, y a la hora de alimentarse, solo comían lo que eran capaces de derribar con su honda. Protegían su cuerpo las inclemencias con aceite de lentisco mezclado con grasa de cerdo.
Los honderos baleares llegaron a tener una gran fama como hábiles guerreros, y eran tan temidos, que cuando los primeros cartagineses se acercaron a las islas con pretensiones de instalarse, debido al recibimiento que tenían sus barcos al acercarse a la costa, dejaron tanto a Mallorca como a Menorca independientes, estableciéndose en Ibiza (Pitiusas)
Era un pueblo mercenario y como tal luchaba a condición de que se le pagara, pago que se realizaba en especie ya que no se usaba moneda alguna, y tampoco se apreciaban los metales nobles, su pago solía hacerse con vino, aceite de oliva y mujeres esclavas.
Aníbal Barca, su padre Amilcar Barca y otros generales y estrategas cartagineses los utilizaron en las guerras púnicas catalogándolas de tropas ligeras o infantería ligera. Después de la conquista romana de las Baleares, los honderos, por su condición mercenaria, pasaron a los ejércitos de Roma, contra los que habían luchado durante tanto tiempo.
Los proyectiles eran unas piedras ovoides de cuatro a seis centímetros de diámetro o también proyectiles, en forma de pirámide rómbica, también de un tamaño parecido a las piedras, llamadas GLANDES, de hasta medio kilo de peso que portaban en zurrones o camufladas entre los pliegues de la capa. Estos proyectiles tenían tal poder de percusión que no había casco ni armadura que resistiera el impacto del proyectil.
En el tema militar el hondero llevaba tres hondas, dependiendo del alcance a cubrir, ciñéndoselas en la cabeza y en la cintura, llevando la tercera en la mano. Las hondas las fabricaban de nervios, pelo o cerdas, lino y esparto. Pero, el mercenario balear, iba provisto de una espada o, una jabalina corta que se utilizaba para defenderse y luchar en el cuerpo a cuerpo.
Respecto al tema de la protección, utilizaban un peto de cuero a modo de sayo y en uno de los brazos llevaban una piel enrollada a su alrededor para protegerse de los proyectiles y sablazos.
El nombre moderno de Baleares, proviene del vocablo del antiguo púnico, idioma de los fenicios, y que significa literalmente: “Maestros honderos”
Honda Mallorquina
proyectiles
Su espectacular pericia y valor en combate los convirtió en famosos soldados a lo largo del mediterráneo. Participaron en la guerra greco-púnica como mercenarios a favor de los fenicios, con decisiva actuación en la guerra de Sicilia contra el imperio griego. Al finalizar el contencioso greco-púnico en Sicilia —las llamadas Guerras Sicilianas— comenzó la rivalidad entre Cartago y Roma. Las relaciones entre ambos imperios fueron cordiales hasta que Roma se convirtió en una potencia naval y comercial que extendió su influencia más allá de la península itálica, por lo que las disputas políticas y económicas entre ambos pueblos surgieron desembocando en la primera guerra púnica. Los honderos de Baleares combatieron como mercenarios en dos de las primeras de las tres diferentes guerras púnicas que tuvieron lugar (abarcando el período comprendido entre el 264 a. C. y el 146 a. C.), junto a Amílcar Barca, bajo las órdenes de su yerno Asdrúbal y posteriormente en la hazaña de su hijo Aníbal en Cannas (en agosto del 216 a. C.).
Cuando Roma quiso apoderarse de las islas, Quinto Cecilio Metelo para recalar en éstas, tuvo que acorazar sus embarcaciones forrándolas de cuero, porque los honderos disparando a la línea de flotación de las naves las hundían. Las legiones romanas tardaron dos largos años en someter a las islas. Tras el sometimiento, los honderos pasaron a formar parte de las tropas auxiliares romanas combatiendo junto a Julio César en la conquista de la Galia.