El fin de los Vándalos

Debate sobre todos los acontecimientos de la historia universal

Moderador: Blackneis

El fin de los Vándalos

Notapor Asturkick » 19 Sep 2015, 00:23

Imagen

Normalmente los pueblos bárbaros que asolaron el Imperio Romano son sólo una breve lista de nombres en un libro de Historia. ¿Quiénes fueron realmente aquellos visigodos, ostrogodos, francos, vándalos o suevos? En este artículo explicamos el origen de uno de ellos: el de los vándalos.

Los Vándalos


La epopeya de los vándalos comenzó a escribirse a finales del siglo IV de Nuestra Era. Antes de eso ya habían recorrido un largo camino desde su lugar de origen, al sur de la Península Escandinava. La más antigua mención que nos ha llegado de este pueblo germánico la hace Plinio el Viejo, quien los lista en una enumeración de pueblos que habitaban en Europa Oriental, fuera de las fronteras romanas. A mediados del siglo I los encontramos residiendo en el territorio que hoy comprende la actual Polonia, hasta que a finales de la siguiente centuria se dividen en dos grupos: los silingos, que permanecieron allí, y los asdingos, que se desplazaron hasta los Sudetes.

Imagen

Los asdingos participaron en las guerras marcómanas sirviendo a Marco Aurelio como auxiliares en la Dacia. Durante el reinado de Constantino se asentaron en Panonia. A finales del siglo IV fueron cristianizados pero adoptaron la fe arriana a diferencia de los romanos, quienes seguían el credo de Nicea.

Por aquellas fechas algo comenzó a desestabilizar los territorios de las tribus germánicas: los hunos. Lejos del poder que alcanzarán durante el reinado de Atila, sin embargo los hunos ya iniciaron un periodo de prosperidad acompañada de un poderío militar que iba en aumento. Huyendo de ellos, algunos pueblos comenzaron a desplazarse hacia el oeste. Los vándalos asdingos pusieron rumbo al sur en 401 e intentaron cruzar el Danubio para establecerse en las fértiles tierras del Imperio Romano de Oriente. Tras ser rechazados pusieron rumbo al oeste pasando aquel invierno en la provincia de Raetia, en la actual Austria.

Imagen

El siguiente lustro los vemos avanzando hasta el Rin. A sus huestes se les unieron contingentes de sus hermanos, vándalos silingos, así como un nutrido grupo de suevos. Al llegar al Rin, que llevaba sirviendo como frontera entre la provincia de la Galia y el mundo bárbaro desde cinco siglos antes, su avance se detuvo. La zona estaba puesta bajo la protección de los francos, quienes presentaron una dura batalla que le costó la vida al rey vándalo, Godegisilio, y a 20.000 de sus hombres. Tras lograr la victoria, el 1 de enero de 406, los vándalos y los suevos penetraron en la Galia y rompieron la frontera del Imperio Occidental. Según apuntan muchas fuentes el Rin estaba congelado, circunstancia que aprovecharon los bárbaros para cruzarlo sin dificultad.

En aquella década Roma vivía una época de anarquía. El emperador Honorio tuvo que hacer frente a la usurpación de Constantino III y al ataque de los visigodos liderados por Alarico. Todo este caos fue aprovechado por los germánicos, que tras un lento avance por la Galia, saquearon Aquitania y cruzaron los Pirineos en el otoño del 409. Fue el momento en el que silingos, asdingos, suevos y vándalos se separaron y pusieron rumbo a zonas distintas de la Península Ibérica para que les resultara más fácil el saqueo y el pillaje.

Imagen

Dos años después la situación de Honorio había mejorado sobremanera. Alarico había muerto y Constantino III pronto le siguió rumbo a la tumba. Fue el momento en el que la corte de Rávena, nueva capital imperial, pudo retomar las riendas de lo que pasaba en sus dominios. Desde el punto de vista militar, la situación hispana era de difícil arreglo por lo que se decidió recurrir a la solución de firmar un foedus, pacto de asentamiento, con los pueblos que entraron en la Península en 409. Los asdingos se establecieron en Galicia y los silingos en la Bética, dando nombre, según una de las teorías existentes, a la comunidad autónoma de Andalucía cuyo topónimo provendría de Vandalusía, nombre con el que se conoció a la región tras el establecimiento de los vándalos allí.

Los vándalos permanecieron en la Península durante dos décadas protagonizando saqueos como el que asoló Cartago Nova en 425. Poco después se produjo su paso a la provincia de África desde donde fueron llamados por el gobernador provincial Bonifacio, quien quería su ayuda para luchar contra Aecio por la tutela del joven emperador Valentiniano III. Allí crearon su reino que será uno de los actores que precipitaron el final del Imperio Romano de Occidente.
Última edición por Asturkick el 19 Sep 2015, 00:29, editado 1 vez en total
Imagen
Avatar de Usuario
Asturkick
USUARIO CATEDRATICO
USUARIO CATEDRATICO
 
Mensajes: 20861
Registrado: 18 Abr 2011, 23:00
Ubicación: Asturies

Re: El fin de los Vándalos

Notapor Asturkick » 19 Sep 2015, 00:27

Imagen

En el anterior artículo vimos los orígenes de los vándalos. La presión huna les llevó a desplazarse hacia Occidente llegando a la Península Ibérica. Fue entonces cuando recibieron una llamada de auxilio desde la provincia romana de África. En este artículo veremos la creación, auge y desaparición del reino que los vándalos fundaron en el Norte de África.

El fin de los Vándalos

En 429 el gobernador de África Bonifacio solicitó ayuda a los vándalos para su lucha con Aecio por la tutela del emperador Valentiniano III, de tan sólo catorce años. Los vándalos cruzaron el Estrecho de Gibraltar abandonando la Península Ibérica. A su llegada a África los vándalos se encontraron con la negativa de Bonifacio, quien les dijo que su ayuda ya no era necesaria. Lejos de volverse por donde habían venido, los bárbaros decidieron establecerse en el continente africano al observar la gran fertilidad y riqueza de aquellas tierras. Avanzaron por el Magreb y tomaron en primer momento un territorio que comprendía parte del actual Marruecos y Argelia e incluía Hipona, la ciudad de san Agustín cuyo asedio narraría dramáticamente el padre de la Iglesia.

Posteriormente Valentiniano III firmó un pacto de foederatus con el vándalo Genserico por el que los vándalos lucharían por el Imperio Occidental a cambio de la cesión del territorio norteafricano que ya ocupaban y al que se le sumó la provincia de Numidia. Este pacto pronto fue roto y Genserico avanzó hasta Cartago tomándola sin apenas resistencia. Los vándalos asestaron de este modo un durísimo golpe a la maltrecha economía del Imperio Romano Occidental que perdía así una de sus provincias más productivas y que más impuestos aportaba a las arcas imperiales. Una vez establecidos en Cartago el rey vándalo Genserico prosiguió con la expansión apoderándose de tierras como Sicilia, Córcega, Cerdeña y las Islas Baleares. Roma perdía el control del Mediterráneo occidental.

Imagen

El Imperio Occidental intentó en varias ocasiones recuperar lo perdido pero para ello requería de una potencia militar que sólo le podía aportar la ayuda del emperador de Constantinopla, ayuda que fue escasa e ineficaz en la mayoría de los casos. Tras el asesinato de Valentiniano III y su sustitución por Petronio Máximo, Genserico decidió saquear Roma al considerar roto el pacto que firmó con el fallecido emperador. En el ataque el monarca vándalo secuestró y se llevó a su reino a la esposa e hijas de Valentiniano III, casando a una de ellas con su hijo y sucesor Hunerico.

Imagen

Seis años después Roma intentó recuperar el norte de África con la construcción de una importante flota que fue destruida por los vándalos cerca de la costa de Cartagena. A partir de entonces se acabaron las esperanzas de recuperar el territorio perdido. La independencia del reino vándalo fue una de las primeras en reconocerse mediante un tratado firmado en 474 por el emperador de Bizancio, Zenón. Tan sólo dos años después cayó Roma.

Genserico falleció en 477 y fue sucedido por su hijo Hunerico. Su padre le había conquistado el reino, suya sería la labor de configurarlo y darle estabilidad. El nuevo monarca imitó símbolos de los antiguos emperadores de Roma: adoptó epítetos como Clemens, vistió la púrpura y se consideró elegido por Dios. Algunas fuentes sostienen que acuñó moneda propia con su nombre. En política interior publicó un edicto, persiguió a los católicos tras un inicio tolerante y fundó varias ciudades. En política exterior reforzó la armada, base del poder vándalo, y comenzó a sufrir ataques bereberes en la parte occidental de su reino. La decadencia vándala se acentuó durante el gobierno de sus sucesores, en los que la política religiosa osciló entre la tolerancia y persecución al catolicismo. Los problemas más graves fueron las continuas guerras civiles y las incursiones bereberes. El reinado de Hilderico (523-530) precipitó la caída del reino. Su gobierno estuvo marcado por las derrotas contra los bereberes, su aproximación al Imperio Bizantino y su tolerancia hacia los católicos. Todo ello ocasionó una revuelta que llevó al trono a Gelimer (530-534) hecho que provocó la intervención del gran emperador de Oriente Justiniano, quien envió un ejército al mando de Belisario y ocupó el territorio vándalo. El desaparecido reino fue integrado de nuevo en el Imperio como la provincia de África. Desde entonces los vándalos dejaron de aparecer en las fuentes y desaparecía de la historia un reino que tuvo gran importancia política en el siglo V y que jugó un papel fundamental en la caída del Imperio Romano Occidental.
Imagen
Avatar de Usuario
Asturkick
USUARIO CATEDRATICO
USUARIO CATEDRATICO
 
Mensajes: 20861
Registrado: 18 Abr 2011, 23:00
Ubicación: Asturies


Volver a HISTORIA Y MUNDO MILITAR

¿Quién está conectado?

Usuarios navegando por este Foro: No hay usuarios registrados visitando el Foro y 43 invitados