Jesus le dice a sus discípulos que van a subir al monte de los Olivos, y que coja cada uno una piedra para llevar consigo.
Once de ellos cogen una piedra de tamaño regular, y Judas coge apenas una china.
Al llegar a la cima, hace que las piedras se conviertan en panes. Claro, todos se quedan de maravilla y Judas por listillo a dos velas.
Al día siguiente, repiten la operación, pero ésta vez Judas coge un peñasco de tamaño considerable. Llega a la cima con la lengua fuera, y dice Jesus:
Hala, ya podeis tirar las piedras que hoy he traido bocataaaaaaaas.