[quote="yoou"]Muy bueno el documental de Urtain.
Pikotaso,veo que te gusta y entiendes un huevo de boxeo.Por curiosidad...¿ desde cuando viene tu afición ?
La mía,te digo :con 19 años tenía un amigo que practicaba boxeo y llevaba 3 o 4 combates como aficionado.Me apunté al mismo gimnasio y al cabo de unos meses ya me daba cera con él a base de bien.El entrenador y dueño del local me decía que me veía posibilidades pero que me lo tenía que tomar mucho más en serio.Y a mi me parecía mucho más interesante los cubatas,los petas,las discotecas,las chicas y la juerga...que ir un viernes a las 5 de la tarde al gimnasio a pegarle puñetazos a un saco de entrenamiento...
Luego vino la mili,después me eché novia y lo dejé.Aun así,el boxeo,unas temporadas más y otras menos pero siempre lo he seguido...
Arturo Gatti y Gabriel Ruelas.Un italoamericano y un mexicano.Dos tipos de sangre caliente y una misma forma de entender el boxeo.Y claro, pasa lo que pasa...
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Pues mi afición viene desde que tengo uso de razón, la verdad. Ya de muy niño recuerdo que me quedaba absorto ante el televisor cada vez que había un combate, y eso que a esa edad uno no conoce todavía ese mundillo. En cuanto a lo del gimnasio, me pasó como a ti, aunque con otras circunstancias: tuve un amigo boxeador que abrió uno en el que entrenaban los aspirantes, y me aficioné todavía más al tema, ya que me dejaba caer por allí con mucha frecuencia.
También me insistió en que me hiciera profesional después de una buena temporada de entrenamiento, y de hecho era mi ilusión, pero al final mi vida tomó otro rumbo por una causa de lo más banal: me hice funcionario y entré en la Administración Pública, lo que era incompatible con el boxeo, y cuando le dije a mi madre que iba a mandar al diablo la Administración para dedicarme al pugilismo, casi le da un soponcio, así que lo dejé, ya que ella estaba enferma y me daba pesar de conciencia. Todavía llevo clavada esa espina en el alma. ¿Cómo habría sido todo si......? Nunca lo podré saber.
Me fascina no solo el deporte en sí, sino también todo el ambiente que le rodea: el gimnasio de entrenamiento con ese olor tan característico, las historias de los boxeadores, casi todas interesantes y muchas de ellas dramáticas, la camaradería que se da entre ellos al margen de la rivalidad en el ring, los romances de los púgiles, siempre tormentosos por su propia naturaleza (por ejemplo, los de Jack Johnson, Jack Dempsey o el trágico amor del campeón Marcel Cerdán con Edith Piaf, el 'Gorrión de París') y también, ¿por qué no decirlo? esa atmósfera algo turbia y mafiosa que flota sobre ciertos combates y que le dan un morbo especial. En realidad, el boxeo es un reflejo perfecto de la vida, con todas sus miserias y grandezas, pero elevado a su máxima intensidad. En ese mundillo no hay espacio para la mediocridad o el aburrimiento, la energía fluye en estado puro.
Buena pelea has puesto. Aquí tienes otra que tampoco tiene desperdicio: George Foreman vs Ron Lyle
Saludos