Los baby face han pasado de moda. En la era de los hombres que se depilan el vello del pecho, las mujeres hemos salido a dejar en claro que los preferimos con barba y si es posible con mucho pelo (aunque, no lo neguemos, hay calvos que han hecho historia).
De George Clooney a Brad Pitt; de Colin Farrell a David Beckham, hoy por hoy los galanes de Hollywood llevan una barba rala y sexy. ¡Y quién no le ha pedido al suyo, antojada, que al menos por una vez no se afeite!
¿Nos cansamos las mujeres de los metrosexuales que acaparan el espejo del baño? ¿Les dijimos basta a los varones que compiten en suavidad con nuestro rostro? ¿Qué atributos ocultos creemos ver detrás de una barba de dos días?
Una investigación realizada por la británica Northumbria University asegura que el 54% de las mujeres se siente atraída por los hombres con algún tipo de barba por considerar que son más masculinos. Según este estudio publicado en Man-Hairstyle.com “el pelo en la cara es una señal social de poder sexual, una marca biológica de madurez y virilidad”.
¿Sabían que para los celtas y los germanos la barba también era sinónimo de virilidad, por lo que sus prisioneros eran afeitados? ¿Y que a la reina egipcia Hatschepsut, para indicar su función, se la representó a menudo con una barba artificial?
Pero no se trata de cualquier barba. Las muy voluminosas, por ejemplo, no tienen un buen efecto sobre las mujeres; que en cambio sí sucumben con un buen bigote a lo Tom Selleck (19%). De todas maneras, y como sobre gustos no hay nada escrito, existen un 30% de mujeres que siguen prefiriendo a los “que no pinchan” por sobre los barbados.
De todas maneras no es la barba el único atributo físico que las mujeres relacionan con la masculinidad. La contextura del cuerpo, el tamaño de las manos y de los pies, el tono de la voz, suelen ser otros de los aspectos que repasamos a la hora de analizar la apariencia de un candidato.
Están también los hombres que “ganan” mujeres a fuerza de simpatía e inteligencia, condiciones que han aprendido a explotar o bien porque no han salido físicamente favorecidos por el modelo actual de belleza masculina, o bien porque no quieren ser “sólo un buen par de bíceps”.
Es que el atractivo sexual de las personas tiene matices increíbles. Puede haber perfiles masculinos de moda (como los hay femeninos) pero nadie está a salvo de sentirse atraído por la antítesis de su modelo de hombre perfecto.
Fuente http://mx.mujer.yahoo.com/blog/Adriana-Balaguer/Peludos-o-lampios-283.html