por Rienzi » 27 Oct 2015, 18:01
Las mujeres se sienten cómodas compartiendo su vida con un hombre. Eso es algo evidente. Sólo hay que ver lo poco que tardan en buscarse una nueva pareja cuando terminan con la anterior. Para ellas el matrimonio es la institución ideal: supone el amaestramiento del hombre, el convertirlo en un ser de su casa. Y el hogar para una mujer es algo vital. Ellas saben muy bien que un hombre les proporciona muchísima estabilidad tanto económica como emocional y es un pilar fundamental para construir su hogar. Es que todas tienden a lo mismo, a la estabilidad del hogar, de su casa, de su hombre, de sus hijos.
Pero para muchos de nosotros no ocurre lo mismo. Un hombre puede desear el cariño y el amor de una mujer, y tener hijos con ella, pero a la misma vez desear acostarse con otras muchas. Y el atractivo físico es importante, es lo que estimula su deseo. La libertad del hombre es un concepto completamente ajeno y hostil para la mujer. Nuestra libertad supone poder hacer lo que nos gusta, (y la mayoría de las cosas que nos gustan no las hacemos con mujeres), poder estar solos cuando nos apetezca, poder no tener que compartir nada con una mujer o compartir lo que se quiera, o tirártela y después dejarla ahí sin tener que aguantarla, o ir y venir sin tener que dar explicaciones, el tontear con otras mujeres, el tirártelas, etc. Son muchas cosas y todas incomprensibles para el concepto que tienen las mujeres del hogar y de la estabilidad.