Pikotasso escribió:
Bueno, si un animal tiene para nosotros el estatus de mascota, es decir, forma parte de la familia, a nadie que tenga entrañas se le ocurre matarlo para zampárselo, y da lo mismo que se trate de un diamante de Gould, un agapornis, un hámster, una tortuga, un perro o un gato. Una mascota es una mascota y punto, por lo que debería ser intocable.
Además, debe sentirse uno fatal al comerse al que ha sido tu fiel compañero hasta el momento y a buen seguro te ha proporcionado muchas alegrías. Yo desde luego no podría hacerlo.
En nuestra defensa debo decir que con las mascotas siempre hemos hecho distinciones.
Estaban las mascotas "de verdad": perros, gatos, tortugas y periquitos....y el resto que eran animalitos con los que se podía jugar.
Una vez a mi madre le regalaron dos pollitos de colores.
Uno lila y el otro rosa.
Bueno, pues no se murieron.
Así que se convirtieron en gallos, que cantaban a eso de las 4 de la mañana.
Jejeje como nadie se decidía, mi abuela dijo que ella se encargaba.
Ave maría purísima.....
Aunque siempre dijo lo contrario, ella NO era de pueblo y se crió en Barcelona.
Así que cuando decidió que para para matar a un pollo, había que ponerle un palo de escoba atravesado en el cuello, pisarlo y tirar fuerte....
Bueno, pues lo descabezó y salió corriendo salpicando toda la terraza de sangre.
Estuvo 3 días enferma.
Eso sí, creo que tuvo que aguantar las bromas hasta que se murió.
Y sí, nos lo comimos.
Del otro se encargó el señor que cuidaba el huerto y me lo perdí porque era pequeña y me enviaron a dormir. Pero mi hermana me explicó que no hubo color. Fue todo más rápido.