Una de dos: o los astrónomos le pegan fuerte a la absenta en sus largas noches de observación del cosmos, o las inabarcables dimensiones del mismo les hace perder la perspectiva sobre lo más próximo en términos astronómicos. Es sabido que concentrarse en la lejanía puede suponer no advertir lo que tenemos a pocos metros.
De otro modo no se explica que a estas alturas de la peli nos vengan con el descubrimiento ¡¡de un noveno planeta!! Y eso después de haber despojado al pobre Plutón de dicho estatus con todos sus derechos. ¿Cómo es posible que desde hace décadas se conozcan y observen galaxias situadas a miles o millones de años luz y se haya ignorado hasta ahora la existencia de un planeta situado a la vuelta de la esquina, en el mismísimo Sistema Solar? Además, un planeta gigante. ¿Jugaba quizá al escondite desde hace milenios este cuerpo? ¿Cómo se iba a agazapar a la sombra de su vecino Plutón siendo su volumen incomparablemente mayor?
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