Desde pequeño, mi sueño siempre fue el de tener una granja con animales para tenerlos de mascota, y en particular siempre me gustaron las aves de corral.
Resulta que comenté de mi gusto por los pollos a un amigo veterinario que vive en el interior y cuya familia tiene campo, y se ofreció a traerme una pareja de hermosos pollitos de raza japonesa, de esas sedosas.
La pareja de pollitos ya hace una semana que los tengo, y mi amigo me los trajo con apenas tres días de nacidos. Son adorables.
Los tengo, mientras crecen, en un pequeño patio interno al lado de mi pieza. Les compré comida para pollitos -maíz curuvicado con balanceado para pollos- y les pongo agua. Se divierten escarbando las planteras del patio e investigando todo lo que hay a su alrededor, sin hacer tanto kilombo más que cagar; pero eso vaya y pase, que para eso tienen culo, ¿no? Para dormir, les compré una jaula mediana que acolchono con papel diario y retazos de tela para que estén cómodos y calentitos.
Pichu y Pita cada vez se acostumbran más a nosotros: se dejan alzar y acariciar; les encanta cuando los envolvés con las manos sobre el regazo y les acariciás el buche, la cabecita o cuando los apretujás un poquito simulando el movimiento de una mamá gallina.
Por suerte, mis perras no les hacen daño, y cada tanto vienen conmigo a olisquearlos y lamerlos (Tenía un cagazo que Albi y Melma no se acostumbraran a ellos, lo que me causaría tanta pena; Melma sobre todo es un poco tosca con ellos, pero entiende muy bien cuando la regaño)
Cuando estén más grandes, en un par de semanas, los llevaré al patio trasero de casa, que es suficientemente grande y con mucho pasto y plantas. Tenemos planeado traerles una jaula más grande para que duerman ahí y pongan huevos.
Y no, ni cagando pienso en comerme un día a los pollos, que ya empiezo a encariñarme tanto con ellos.
¿Qué dicen ustedes? ¿Tendrían un ave de corral como mascota?
Desde que vi varias experiencias de mucha gente, la verdad es que me entusiasmó mucho y me pareció una idea bastante original traer un poquito de campo a la ciudad.