Los hay que sorprenden.
Nos han visitado unos amigos de Cataluña, los hemos conocido en un viaje de pocos días. Hemos tratado de que su estancia fuera agradable y creemos haberlo conseguido.
Ellos son personas entrañables, de esas que parecen ser conocidas de toda la vida. No hemos parado, hace una hora que se fueron y ya les añoramos, la próxima queda pendiente en Arenys de mar, les encantó nuestro entorno y nuestra peculiar casa. Los días volaron.
¿ Os ha pasado a vosotros alguna vez algo así ?