Consecuencias del transtorno de personalidad obsesivo-compulsiva
La personalidad obsesiva acaba por pasar factura. De hecho, es muy difícil vivir manteniendo ese grado de control, sin relajarse. Algunas de las consecuencias más comunes de este problema son:
Trastornos del estado de ánimo, como la ansiedad y la depresión.
Frustración. Antes o después, estas personas se dan cuenta de que no siempre es posible conseguir la perfección, por lo que se sienten frustradas, una frustración que termina repercutiendo negativamente en otras esferas de su vida.
Problemas en las relaciones interpersonales y dificultades para entablar relaciones. La rigidez mental que acompaña al trastorno obsesivo hace que sea muy difícil relacionarse con esta persona ya que a menudo los demás se sienten subvalorados y continuamente juzgados.
Dificultades en el trabajo, ya sea porque a la persona le resulta difícil trabajar en equipo o porque su tendencia al perfeccionismo y el control le impiden entregar los proyectos a tiempo.
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Esto va dirigido a Poliglota y Palometa, que son distintos personajes, solo hay que leer detenidamente.