¿Una nueva profesión, o una nueva forma de vivir a lo grande sin trabajar?.
Andaba hoy repasando algún XL Semanal que de los que se me han ido acumulando a lo largo de las semanas (no los tiro porque me encantan sus reportajes), y me he encontrado una crítica sobre el término con el que abro el tema. A simple vista, y traducido literal, definiría a una persona que tiene una cierta influencia sobre otras, que tiene una credibilidad y liderazgo que le convierten en alguien cuyas palabras son tenidas en cuenta y seguidas como certeza total por otras personas. Yo siempre he asociado esto al conocimiento sólido sobre algo y a la capacidad comunicadora, ambas en conjunto, que pueda tener una persona específica.
Pero la crítica no versaba sobre esto, sino sobre una nueva figura que ha surgido a partir de las nuevas tecnologías de la comunicación y, en concreto, en las redes sociales (sea YouTube, Twitter, Instagram, o lo que sea).
Hoy en día cualquiera puede crearse un canal en YouTube sin tener ningún conocimiento más que manejar la cámara, el micrófono, y el ordenador, para hacer cualquier gansada que resulte graciosa y empezar a ganar miles, o millones, de seguidores. No es necesario ser el más guapo, el más listo, o el que más conocimiento tenga sobre un tema concreto; lo único que hace falta es.... caer en gracia.
Y ahora viene la parte crítica porque lo importante no es lo que he mencionado en el párrafo anterior, que puede ser un arte hasta haciendo una tabla de menús diarios para animales domésticos (mira, no es mala idea ), sino cómo utilizan estos influencers su fama para aprovecharse de terceros. Estos influencers, muy avispados ellos, ponen sus canales a disposición de terceros para hacerles publicidad en primera persona a base de probar sus productos gratuitamente.
El caso concreto que mencionaba la crítica era la de una influencer que se ofrecía a un hotel para probar gratuitamente sus instalaciones durante unos días y, así, hacerle luego publicidad positiva en su canal Youtube. Es decir, ya no es que haya gente que intente publicitarse a través de canales que puedan llegar al máximo posible de potenciales clientes, es que estos influencers han visto la forma de "extorsionar" un tanto a posibles Empresas interesadas en que se les haga un marketing ¿barato?.
Me ha hecho gracia la respuesta que le ha dado uno de esas Empresas a uno de estos nuevos jetas:
"Querida influencer. Gracias por tu correo electrónico en busca de alojamiento gratuito a cambio de publicidad. Se necesitan huevos para enviar un correo electrónico como ese. Si te dejo dormir acá a cambio de salir en un video, ¿quién va a pagarle al personal que cuida de ti? ¿Quién va a pagar a las personas de servicio que limpian tu habitación? ¿A los que te sirven el desayuno? ¿La recepcionista que te registra? ¿Quién va a pagar por la luz y el calor que usas durante tu estadía? ¿Tal vez debería decirle a mi personal que aparecerán en tu video en vez de pagarles por el trabajo que hacen mientras estás en la residencia? Mis mejores deseos."
Por supuesto, la respuesta fue un "no".
Por supuesto, lo que ha hecho esta influencer después de la respuesta es una publicidad negativa (algo que nada por la alegalidad), así que sí puede considerarse como una extorsión encubierta.
http://www.ahoranoticias.cl/noticias/te ... cidad.html