Otro vaticinio antes de conocerse el resultado de la elección de los dos senadores de Georgia:
Si los demócratas obtienen también aquí la victoria, Trump y sus acólitos empezarán otra campaña de falsas acusaciones de fraude electoral que no cesará ni siquiera después del día 20, pese a que será ratificada por las autoridades republicanas en dicho Estado tras mjnuciosa comprobación. Pero tal cosa no le importará a un Trump ya completamente desquiciado y fuera de juicio.
Queda dicho.