Arthur!!!...
No es el viento, es el aliento lo que interfiere. Llevaba el micrófono debajo de la mascarilla y la condensación propiciaba un ambiente húmedo, como el de dos cuerpos desnudos que sudan arropados un día de invierno. Parafraseando a Cortázar, es robar un trozo de tarta de su boca mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo la siento temblar contra mí como una luna en el agua.
Hablando de tartas. Ayer, tercer día del mes de las flores, fue el cumple de alguien, pero como el Rienzi está en su cabaña con sus cosas, y yo en bucle con mis contrafactuales, pues al final pasa lo que pasa...