Que lanzarse a este tipo de aventuras es jugarse la vida a cara o cruz lo demuestra por ejemplo el caso de Pippa, la 'novia de blanco' italiana.
Durante un peregrinaje de miles de km puedes toparte con mil personas excelentes y dispuestas a ayudar, pero basta con que en tu camino se cruce un hijo de puta, uno solo, para que todo lo bueno experimentado hasta el momento se vaya al carajo.
PIPPA, LA NOVIA DE BLANCO
https://www.elmundo.es/suplementos/cron ... 42403.html