En los primeros encuentros entre españoles y nativos, durante la conquista del Imperio Inca , intercambiaron trozos de cerdo ibérico con las papas, camotes y el maiz autóctono del Perú. Francisco Pizarro
, quien criaba cerdos en su infancia, era el principal aficionado a este plato llamado chicharrón.
La dedicación de muchos conventos de monjas a la cocina en un entorno donde abundaban las plantaciones de AZÚCAR, ( especie tb traida por los españoles) e inmensas variedades de frutas nativas originó asimismo una larga tradición repostera, como el alfajor el maná preparados en distintas formas y colores según la ocasión , asi como otras decenas de postres que los españoles le dieron a conocer a los nativos.